Pleasure Shelter: CEDIDA

miércoles, 20 de octubre de 2010

CEDIDA



No creía que fuese real, siempre me amenazaba, cuando desobedecía sus ordenes, o cuando cuestionaba sus decisiones, me amenazaba con dejar de ser mi Amo, decía que si no era capaz de ser sumisa, no me quería como tal.


Yo insistía en que podía aprender, en que si tenia paciencia conmigo aprendería a serlo.


La verdad es que tenia muchísima paciencia conmigo, una vez tras otra me avisaba, y aun así yo seguía desobedeciendo.


Creo que se dio por vencido, creo que abandonó y prefirió buscarse una sumisa de verdad.


Bueno para que podáis entenderlo voy a contar toda la historia.


Él es una gran persona, un gran compañero, un gran amo, un gran amante, todo lo que cualquier chica podría desear. Yo, una chica, con carácter fuerte, de mal genio, pero cariñosa y dulce a la vez.


Una relación muy especial nos unía, de total confianza, pero...como siempre había un pero...yo...yo era el pero...le pedía ser su sumisa, le pedía que me enseñara, pero en realidad, no me esforzaba en serlo, me gustaba ponerlo a prueba, me gustaban sus reacciones rápidas de furia contra mi comportamiento, me gustaban sus castigos, me gustaba todo aquello que ahora encuentro a faltar...


Un día, hace unos tres meses, a primera hora del día, vendó mis ojos.
Ese gesto no me pareció raro, porque en muchas ocasiones vendaba mis ojos para alguna sesión de las nuestras, ya fuese para tener sexo o para aplicarme un castigo de los que tanto buscaba.

Me desvistió y me volvió a vestir, me puso un tanga, medias, un top y una falda corta. No me puso sujetador. Yo seguía pensando que era parte de uno de nuestros juegos, y me disponía a disfrutar de él. Sabía que me gustaría, siempre me gustaba todo aquello que él hacia realidad conmigo. 

No podía dejar de sonreír, mi imaginación ya planeaba el placer que iba a sentir, y tan solo con ese pensamiento ya sentía placer...


Ató mis manos, y con un leve empujón me hizo caminar, hacia la puerta. Una vez fuera de casa, me desató, pero sin quitarme la venda de los ojos me subió al coche y una vez allí dio la vuelta y subió al volante.


Aquí mis dudas empezaron a asaltarme. ¿donde me lleva?¿a un sitio nuevo?¿querrá cumplir otra nueva fantasía? 
Quise preguntarle, pero antes de que pudiera abrir la boca me dijo: ni una palabra, no me lo hagas más difícil.


Estuve en silencio, pero quise provocarlo como solía hacerlo en otras ocasiones. Abrí mis piernas, muy lentamente, bajé mi mano deseando llegar a mi sexo para darme placer. Antes de que pudiera llegar a él, con un fuerte azote en mi muslo, cerró mis piernas, y ante mi sorpresa dijo: se acabó el juego.


Completamente desconcertada, sentí que tenia que esperar a que él iniciara el juego, que no deseaba mi rebeldía, que quizás estaba siendo mas riguroso conmigo y no iba a permitir que me saliera de nuevo con la mía.


Tenía las de perder, así que pensé en seguirle el juego, estando calladita y esperando acontecimientos.


No se cuanto tiempo estuvimos en el coche, me cuesta mucho orientarme en el tiempo, pero quizás fuera una hora y media o dos, hasta que un giro brusco a la derecha y un frenazo hicieron que el coche se detuviera.


Mi puerta se abrió. Cogiéndome del brazo me hizo salir del coche. Quise abalanzarme hacia él para sentir su cuerpo, necesitaba su contacto, empezaba a tener miedo...

Volvió a atarme las manos, y oí su voz decir: aquí la tienes, que tengas suerte.
Otra voz masculina dijo: te la devolveré, te lo prometo, y ni siquiera la reconocerás.


Pero...¿que coño hace?¿que representa todo esto?
Su voz sonaba agónica, tensa, mientras la otra voz sonaba fuerte, segura.

Yo tenia miedo, todo mi cuerpo temblaba y mis lagrimas resbalan por mis mejillas...Deseaba su contacto, deseaba entender que estaba pasando pero no recibí nada de lo que yo deseaba.


Unas manos frías me empujaron a los asientos posteriores de otro coche, con olores y sensaciones distintas a los que yo estaba acostumbrada.


Mi cuerpo estaba completamente perdido y mi mente solo buscaba entender lo que estaba pasando, pero incapaz, me hice un ovilló mientras el coche arrancaba y lloré amargamente hasta que una mano femenina, con una calidez que jamas habria esperado, cogió mi mano, como para darme a entender que no pasaba nada.

Pensé que estaba sola en el coche con ese desconocido, pero estaba ella, pensé que seria mi salvación, y me acerqué a ella acurrucandome en su regazo y llorando como una pequeña niña, mientras me consolaba acariciandome el pelo...

Con su susurro intentaba calmarme:"pequeña, se buena, haz lo que te él te mande y todo irá bien"...Justo cuando acabaron de salir estas palabras de su boca, oí de nuevo esa voz escalofriante decir: "perra, ¿te le he dicho que le hables? pagaras tu tambien por ella"...y ella con su dulce voz, aniñada le constestó: "perdona mi amo, estaba tan asustada que pensé que...."
 
SSSSSHHHHHHHHHH...le dijo, y de nuevo silencio.

Me invadió un miedo aterrador que ni siquiera me dejaba llorar, cuando ella me empujó suavemente para que recuperara mi posición en el coche, diciendome con un pequeño toque de complicidad que seguia allí, pero que era mejor así...


Se detuvo el coche, oí dos puertas y seguidamente unas manos bruscas que abrian la mía y me ordenaban salir: "SAL, empieza ahora tu aprendizaje".


Mientras me hacia caminar, aun con los ojos vendados, me iba diciendo:


- Conmigo vas ha aprender, aunque no quieras, serás sumisa. Te voy a dar ahora unas ordenes básicas que tendras que cumplir durante los dias que pases conmigo. Si lo haces no tendras ningún problema. Escucha atentamente y grábate estas instrucciones en tu mente, para que nunca más deba recordártelas.

1- Siempre me obedeceras. Te mande lo que te mande, lo harás, con gusto, diligente y con una sonrisa en tus labios.



2- Agradeceras cualquier enseñanza o corrección que se te aplique, diciendo: Gracias mi amo.

3- No hablaras si no se te pregunta.

4- La única ropa que llevaras será un pequeño corsé de color negro, que dejaran a la vista tus pechos, y todos tus agujeros, para ser usados por mi cuando disponga.


5- Jamas cerraras las piernas cuando estes sentada.


6- Cuando te llame, vendrás hasta mi gateando, te levantaras con la mirada baja, y te colocaras en posición de revisión, hasta que yo te lo indique.


7- Cualquier necesidad que tengas la pedirás con humildad, y la harás siempre que se te sea concedida.


Escuché atentamente estas ordenes, algunas de ellas me eran familiares, puesto que mi amo me las habia dicho, pero jamas con tanta rigurosidad como este hombre me las narraba.


Una vez asentí que lo habia entendido, destapó mis ojos, y le dijo a Noa, así la llamó, que me acompanyara a mis aposentos.

Evidentemente no pude dormir, todo y que Noa se quedó toda la noche conmigo, consolándome, en silencio, porque ni ella ni yo pronunciamos una sola palabra....me acariciaba intentando que me quedara dormida, en una bella estancia, adornada con estilo clásico, con una gran cama con sabanas de seda. Me hubiera podido sentir reina cuando me sentia esclava....y eso que aún no sabia cuan esclava era.


No recuerdo haber podido dormir en toda la noche, pero si es cierto, que su silencio y sus caricias, y aquella serenidad que Noa mostraba ante ese hombre al que nombraba como "mi señor", consiguió calmar mi ansiedad.


Debo decir que igualmente durante toda la noche, me peleaba con mis sentimientos enfrentados, por un lado, deseaba que mi amo me viniera a buscar, que perdonara mis faltas, y por otro lado lo odiaba con todas mis fuerzas por someterme a tal castigo.


La luz del día, entró tímida por una pequeña ventana, iluminando la cara de Noa que dormía plácidamente en la cama, donde yo me debatia conmigo misma. Observé su belleza, y deseé quedarme allí para seguir mirándola, creo que jamás habia visto una belleza igual.


Mientras la observaba, la puerta de la estancia se abrió lentamente, y como alarma que espanta al ladron, sin que yo pudiera siquiera ver quien era, Noa se levantó, para immediatemente, recostarse en el suelo y decir: "buenos dias mi amo, un placer servirle tan temprano".


- Buenos dias mi alma, dijo él, ya sabes lo que hablamos querida, prepárala, vamos a empezar.


- Si mi dueño, dijo.


Él dió media vuelta, mientras Noa se levantaba, y se dirigia hacia mi dilegente, deseosa de cumplir las ordene de "su dueño"...De nuevo temblaba y le pedí a Noa que me explicara que debia preparar, que se suponía que estaba haciendo allí, donde estaba mi amo, porque, cuando, donde....pero su única respuesta fue el silencio y su tierna mirada.


Me desvistió, preparó el baño y me ayudó a lavarme. Un ceñido corsé, unas medias y un liguero, unos tacones de aguja y un collar ancho en mi cuello, es lo único que llevaba. 


Como dijo que ese hombre, cuyo nombre aun desconocía, porque todo lo que habia oido de él, era amo, dueño o señor, mis senos quedaban al aire, y todos mis orificios accesibles.


Noa una vez arreglada, vendó mis ojos para salir de la estancia, y me condujo hasta un pasillo, que apreciaba húmedo. El olor a moho aumentaba a medida que descendiamos por unas escaleras empinadas y compensadas, de piedra, frias y estrechas.


A punto de llegar al final de estas, me acarició la cara y me susurró: "pequeña se fuerte y pronto seras una buena sumisa y podras volver con tu amo".


Estas palabras me dieron esperanza para lo que a continuación me esperaba.


Noa con su delicadeza innata, me condujo al final de la sala, sus manos recorrieron mis piernas como en una caricia, hasta llegar a mis tobillos, que fueron rodeados por una banda de cuero, donde tintineaban unas recias cadenas. Mis brazos siguieron la misma suerte hasta que un tiron obligó a estos y estas a separarse para quedar bien abiertos.


Mi cuerpo se vió obligado a mantenerse bien pegado a una especie de tablones de madera en forma de X, dejando mi cuerpo a merced de quien quisera disponer de él.


En mi mente, vacío y las palabras de Noa repitiéndose, como intentado recobrar sentido: "pequeña se fuerte y pronto seras una buena sumisa y podrás volver con tu amo", "pequeña se fuerte y pronto seras una buena sumisa y podrás volver con tu amo","pequeña se fuerte y pronto seras una buena sumisa y podrás volver con tu amo".

De nada sirvieron estas palabras cuando mi piel fue desgarrada por una gran fuerza, golpe tras golpe, solo dolor, solo soledad, solo miedo, solo deseo de ver a mi amo, de pedirle su compasión, de decirle que seria buena, que jamas volvería a desobedecer. 

Nada de eso sirvió, porque el látigo seguia silvando hasta encontrarse con mi piel, cada vez más dolorida.


Pensé desmayarme, pensé morir, pero decidí rebelarme, decidí insultarle, intentar patalear y gritar...De nada sirvió, nadie podía ayudarme. Mi amo, mi señor, ¿donde estas? ¿porque me amas y me abandonas con este salvaje? ¿porque no me quieres ahora?


Llegué a centrar mi mente, a aislarme de aquello, y visualizar tan solo a mi amo, era tan grande el deseo que sentia de estar con él, que nada de lo que pudieran hacerme en aquel momento podia enturbiar ese deseo. Quizas sea una locura, pero llegué a aislar mi mente del dolor y convertirlo en placer tan solo con sentir, que todo aquello, ese dolor valia la pena, para volver con mi amo. Noa me lo dijo, y es lo que yo más deseaba...


Cuando los golpes pararon, cuando pensé estar muerta, noté un gran placer, cuando mi sexo, humedecido por el placer de pensar en mi amo pese al castigo físico, era acariciado, chupado, succionado, golpeado y mimado, por alguien que por su delicadeza parecia ser mujer...


- Pequeña, eres fuerte, tu amo estaria orgulloso.


Era Noa, era su lengua, sus manos, los que me estaban dando placer!!!Noa...como agradecia su voz....y sus caricias...


- Zorra, aprenderás, aunque me deje la vida en ello. Se lo prometí y lo cumpliré cueste lo que cueste.


Su voz de nuevo me hacia temblar, porque significaba que Noa dejaba de mimarme para dejarle pasa a él, su dueño, su señor....pero no el mío!!!


Noté su sexo entrar en mi cueva, mi cueva secreta, mi recto, haciendo que de nuevo el dolor recorriera mi columna, hasta llegar a mi mente que parecia enloquecer con cada empuje de su polla.


Me mantenia la cabeza hacia atras, cogiendo con su fuerte mano mi pelo, y empleandose con mi aguero a la vez que amenazaba con quitarme la piel si volia a oir un solo quejido...


No abrí la boca, de nuevo me centré en mi amo, y ese dolor que él pretendia aplicarme, se convirtió de nuevo en placer.


Siguiendo sus instrucciones, Noa soltó mis piernas y mis brazos, y viendo, que me encontraba tranquila, su dueño me tumbó sobre una pequeña mesa de madera, bien abierta, me folló mientras Noa acariciaba mis pechos, bajaba lentamente por mi vientre hasta que mi sexo le pareció tentador y se entretuvo con él. Su dueño seguía con sus bruscas envestidas, mientras ella acariciaba mi clítoris, pidiendome que aguantara hasta que su dueño estuviera a punto y él me permitiera correrme.


Decidí hacerle caso, ella le conocía, y lo único que en ese momento deseaba era aprender, era que mi amo se sintieria orgulloso y deseara volverme a tener con él.


Su dueño me dijo..."aun no zorra! yo te lo ordenaré!". Me bajó de la mesa, dejandome de rodillas, con su polla tersa, mojada de mi sexo, y a punto de explotar en mi cara, mientras mi nuca quedaba encajada en la mesa, sin permitirme retroceder.


Mientra chupaba su polla, la imagen de mi amo no se iba de mi mentre, pensé que era su polla la que lamia afanosamente, la que entraba y salia de boca haciendose hueco en mi garganta, la que tersa mostraba su energia...deseosa de darle placer, mientras mi sexo le deseaba, y mostraba su deseo mojando mis piernas, y resbalando mis jugos mojando el suelo que me mantenia.

A punto de correrse ese dueño, que pretendia ser mi dueño, me ordenó lamer el suelo donde yo había dejado mi pasión, mientras Noa continuaba lamiendo su tiesa polla por encima de mi...

Sal Noa, le ordenó...y noté, como una rafága caliente, como su leche regaba mi espalda, mientras yo seguia limpiando el suelo que mis jugos habian manchado.


Noa por fin quitó la venda de mis ojos, y pude ver a su dueño, quien tan duramente me habia castigado, era un hombre fuerte, terriblemente atractivo, y con una mirada penetrante que imponia respeto y a la vez compasión.


No me projujo miedo al verlo, sinó que pude entender, porque Noa lo admiraba así, porque ella solo deseaba complacerlo...Y de nuevo, la imagen de mi amo vino a mi mente, y me hizo pronciar las palabras: Señor, y...¿mi amo? ¿cuando iré con él?


Su respuesta fué contundente: me abofeteó, estando aún de rodillas delante de él. Sus únicas palabras fueron: "cuando me demuestres que te lo mereces". Se dió media  vuelta y se marchó.


Noa me ayudó a levantarme, y con su delicadeza, consoló mis lágrimas que resbalaban fácilmente por mis mejillas mientras le repetia: Noa, no lo entiendo, yo quiero a mi amo, ¿porque me hace esto?


No me habló hasta llegar a mi habitación, donde tumbandome en la cama, mientras me curaba las heridas, me hablaba diciendo:


Pequeña, si mi amo me oyé, mañana recibiré un fuerte castigo, pero necesito explicarte porque estas aquí, que se espera de ti...

Pequeña, tu amo es amigo del mío, se conocieron hace muchos años, y durante tiempo, se encontraban en varias sesiones BDSM hasta que mi amo decició que su sumisa ya satisfacía todas sus necesidades y dejó de asistir a esas sesiones colectivas.


Continuó explicando...No hace mucho se encontraron de casualidad en un bar, y tu amo, muy preocupado, le explicó que tenía una sumisa, a la que amaba con todas sus fuerzas, tanto que ese amor le hacía ser debil y no mostrar su dominación como era debido, y ella, no conseguia, a la vez por su rebeldia, mostrar la sumisión que debía. 

Ese amo, tu amo, tenia miedo de perder su sumisa por su debilidad y su rebeldia, porque él creia que era su sumisa, su musa, que completaba lo que él era...


En un gran sacrificio para él, tu amo decidió cederte a mi dueño, que ajeno a los sentimientos, se ofreció a educarte en el arte de la sumisió, para que al retornar con tu amo, fueras capaz de entregarte a él como la sierva y esclava que él se merecía....


Mucho tiempo ha pasado desde esa propuesta hasta el dia de hoy, puesto que tu amo se resistia, por ese mismo amor que siente por ti, pero segun he oido, tu rebeldia cada día le suponía un mayor dolor y una mayor debilidad que no se podia permitir.


Por eso pequeña, continó diciendo, hoy te encuentras aquí, para ser educada por mi amo, quien adquirió un compromiso para con tu amo.


Mientras hablaba, mis lagrimas seguian brotando de mis ojos.


Noa, le dije, yo le amo, como nunca he amado, y quiero servirle, lo deseo, pero...no puedo, aunque ahora comprendo que es a él a quien quiero servir, és a él a quien deseo complacer.


Tranquila, pequeña, sigue así y tu amo volverá a por ti.


Me dormí en sus brazos soñando estar en los brazos de mi amo.


Los dias que siguieron, no sabria decir cuantos, porque ni tan solo sabria decir si era de noche o de dia, seguí en mi educación, con la única idea en mi mente de pasar esta prueba a la que mi amo me sometia, y que yo para demostrarle mi amor, pasaria por él.


Hoy hace practicamente un mes que salí de esa casa, el dueño de Noa, me dejó en casa, y me dijo, que esperara a que mi amo me viniera a buscar....


Cada noche, en el silencio de mi cama, como si pudiera oirme le digo: Amo sigo esperando, soy tuya, y seguiré esperando para demostrarte que quiero ser tuya.






No sabeis como deseo todo aquello que antes no valoraba, y como me arrepiento de haber cuestionado las ordenes de mi amo que me han llevado a desear todo aquello que me daba, cuando tenia la oportunidad de estar a su lado.

Se que me perdonará, se que estaré a su lado, pero mientras, sigo a la espera de sus ordenes.



2 comentarios:

  1. Un relato de diez sobre diez.
    De lo mejor que he leído en los últimos tiempos.
    Realmente impresionante.
    Mi más sincera enhorabuena, Dánae.
    Me ha encantado.

    ResponderEliminar
  2. Uala....gracias...

    Te puedo ser sincera? no se bien lo que he escrito...me puse anoche a escribir y justo acabar la ultima letra lo publiqué...no se como ha quedado, nunca lo releo...

    Solo, dejo volar mi imaginación y va surgiendo...sin más....algún día lo releeré...pero me da vergüenza cuando lo hago y intento evitarlo...jejeje

    De nuevo muchisimas gracias, eso me anima a seguir plasmando mi mente en letras....

    ResponderEliminar