Pleasure Shelter: Sometida y agradecida

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Sometida y agradecida

Me dijo que quería hablar conmigo, que le apetecía pasar un rato conmigo. Por la forma de decírmelo, no me pareció que se refiriera a una sesión, tuve la sensación de que simplemente le apetecía hablar conmigo, pasar un rato agradable y distendido.

Quedamos en el polígono, cerca de su trabajo, y aunque me parecía que tan solo quería dar un paseo conmigo, sentía ese cosquilleo habitual cuando sabía que iba a verlo. 

No le estuve esperando mucho tiempo, pero me pareció eterno, tengo poca paciencia y me sentía inquieta.

Por fin, vi su coche aparecer por la esquina y decidí mostrar una posición segura, no mostrarle mi impaciencia y inquietud, quería mostrarme fuerte....

Paró el coche delante de mi, me subí y gastándome una broma dijo: "sube putita, ¿a donde quieres ir?" Se puso a reír y me hizo broma, explicándome que verme allí esperándome en la esquina de aquel polígono, con la ropa que me había indicado la noche antes, provocativa, sexy, y parar delante de mi para recogerme con su coche podía parecer que recogía a una puta..."y si, eres una puta, mi puta", me dijo.

La verdad es que no me hizo mucha gracia la bromita, me dio vergüenza y me ruboricé....

- ¿Porque me dices eso?, le dije

- PORQUE SI. 

Esa fue su respuesta, sin mas, sin ninguna explicación.

Me sentó fatal, aunque sabía que no podía rebelarme, era mi Señor, pero ya la broma no me hizo ninguna gracia y encima que me dijera ese "PORQUE SI" me hizo salirme de mis casillas.

Durante un largo rato, condujo sin que mediáramos palabra, pero veía de reojo esa sonrisa suya de saberse vencedor, de dominante prepotente, y ciertamente cada vez me sentía más enfadada.

Intenté sacar algún tema frívolo y sin importancia para destensionar el ambiente, o mejor dicho para destensionarme a mi misma. Sabía que si mostraba ese carácter mio, aunque tenia pinta de ser una tarde tranquila, no me lo consentiría.

Por fin, pensé que me calmaba, que hablábamos como los buenos amigos que eramos, sin mas, mientras el coche seguía circulando, en dirección a un sitio menos civilizado para abstraernos y relajarnos.

Salieron muchos temas de conversación, y ésta era fluida, fácil. Por fin me sentía cómoda, relajada, como con cualquier amigo.

Le hacia bromas, le vacilaba, y pensé que me lo estaba pasando realmente bien, con mi actitud insolente...

Cuando llevábamos ya un tiempo hablando, sin más, sin pensar siquiera que estaba con mi Amo me dijo:

- Vale ya ¿no?, ¿te crees que estas al mismo nivel que yo?
¿Te crees con derecho a replicarme?¿a condicionarme?¿a vacilarme? ¿a reírte de mi?

- Pero si solo estamos hablando...¿a que viene eso?

- ¿Que me has dicho zorrita insolente? acaso debo recordarte quien manda aquí?

- Solo te digo que estábamos hablando, como dos amigos...

- Pequeña puta indisciplinada!!!parece que no aprendes, no sabes con quien hablas, ni como comportarte cuando estas con tu Amo. Te enseñaré a comportarte. Baja.

Paró el coche en seco, y con toda la ira acumulada en mi cuerpo por esa humillación, bajé del coche de manera airada, pegando un portazo desmesurado.

- Desnúdate, descarada! y espérame allí.

Mientras Él rebuscaba algo en el maletero del coche, me fui desnudando lentamente, mirándolo con insolencia y sintiendo rabia e ira en mi interior.

Me cogió por las muñecas, y llevándome hacia un rincón del bosque, ató mis manos con unas esposas y me encadenó a un tronco.

Me sentía terriblemente humillada, y aunque no me atrevía a mirarle, sentía aun la ira que recorría mi cuerpo.

Las señales que mostraban mi cuerpo eran evidentes para Él, aunque yo intentaba disimularlas...me mordía el labio intentando que no salieran palabras indeseables, evitaba mirarle con el fuego en mi mirada, mis puños apretados, agarrando al orgullo.

Se acercó a mi, con una vara de avellano en la mano, me ordenó girarme y azotó vivamente mis nalgas con ella.

No salió una palabra de mi boca, pero mi cuerpo seguía mostrando síntomas de rebeldía.

- ¿Sientes ira aun perra? me preguntó.

Simplemente asentí, no podía mentirle, y con ello continuaron los azotes.

No pude siquiera contar cuantos fueron, pero sentía como mi piel quemaba y ese fuego fundía lentamente mi ira.

- Amo gracias...

Fueron las únicas palabras que salieron de mi cuando las lagrimas purgaban mi culpa.

Él, inflexible, seguía con su regañina:

- ¿Donde esta tu orgullo ahora puta? ¿No pensabas que te merecías un trato especial? ¿No sentías que estabas en igualdad conmigo? ¿No creías que te permitiría ser insolente? Acaso...¿no has aprendido nada todo este tiempo?

- Por favor....

- ¿Te crees que un "por favor" lo soluciona todo? y ¿como me siento yo cuando mi propia sumisa me desafía, me cuestiona y me provoca? ¿que esperas que haga contigo?

- Lo que desees mi Señor....

Tiró tan lejos como pudo la vara de avellano, y poniéndose detrás de mi, abrazó mi cuerpo desde atrás. Notaba su sexo duro rozando a través de sus pantalones con mis doloridas nalgas, a la vez que sus manos descendían por mi vientre, hasta llegar a mis labios calientes y húmedos que abrazaban cálidamente sus dedos.

Me sentía completamente sometida y agradecida y me invadieron miles de sensaciones, aunque la excitación, la sumisión y la plasión pueden resumir el conjunto de todas ellas.
Estaba completamente abandonada a su suerte, me sentía entregada a sus deseos y disfrutaba de su contacto, cálido y embriagador.

Oí su cremallera, a la vez que abría mis piernas y colocaba mis nalga con la apertura adecuada para que mi culo le quedara a su servicio.

Mientras su polla entraba en mi privado agujero, sus manos fuertes daban placer a mi sexo. Fuerte, acompasado, rítmico, caliente...
No tardé en pedirle correrme, no tardé en suplicarle la pasión que no me correspondía si no me la concedía.

A punto de correrme, sintiendo que debía controlarlo, sus palabras alargaban ese momento:  "Dime, contesta a tu Señor, donde esta ahora tu orgullo?"

- Por favor.....aaaaaaaaaaaaAAAAAaaaaaaaaa....Aaaamoooo, por favor...déjame que me corra en tus manos, mi orgullo está ahora en tus manos....Por favor....

- Muy bien zorrita....córrete. Lo quiero ahora.

Mientras me perdía en el orgasmo notaba sus empujones por atrás, que me hacían elevar mis pies del suelo y me mantenía unicamente atada, suspendida por mis muñecas.

Se corrió el también, saliendo de mi a la vez que me ordenaba recoger todo aquello, vestirme y subir de nuevo al coche.

Obedecí, evidentemente, y me sorprendí a mi misma, sonriendo por aquello que acababa de vivir, de sentir y llorando, esas lágrimas mágicas que me provoca su dominación. 

Subí al coche donde Él ya me esperaba. 

Con mi mirada baja, cogió mi barbilla y obligándome a mirarle a los ojos, me dijo:

- Pequeña, ¿lo has entendido?

- Si mi Señor....

- ¿Que es lo que has entendido?

- Señor, que nuestra relación no es un juego, no se puede dejar aparcada en un rincón y cogerla tan solo cuando quiera jugar con ella. Soy tu esclava y lo soy en todos momentos, ya sea practicando una sesión o en una conversación trivial, estés tu presente o no lo estés. Debo mostrarte en todo momento, respeto y sumisión, puesto que tu eres mi Amo y yo tu sumisa. Tu mandas y yo obedezco, porque eso es lo que tu quieres y lo que yo deseo. Discúlpame mi Señor, por mi falta de disciplina.

- Muy bien pequeña, no pasa nada, ya esta todo olvidado, solo quería dejártelo claro, para que nunca más caigas en este error, que hoy has cometido. Aprende de ello y avanza.

En el camino de vuelta, me sentí feliz, veía en sus ojos el orgullo de que su sumisa lo hubiera entendido y aceptado. 

Eso me ha llenado completamente y me ha recordado porque deseo esta entrega, porque me puse en sus manos.



 


4 comentarios:

  1. Una enseñanza magnífica, me gustó mucho leerte.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  2. Gracias minerva....es duro aprender....uffff....pero tambien es un placer...mmmmmmm

    Un placer también es tenerte aquí en mi refugio.

    Un abrazo

    ResponderEliminar
  3. Una experiencia muy instructiva Dánae.
    Como dicen en mi tierra... "El que tropieza y no cae... adelanta terreno".
    Felicita de mi parte a tu Amo por mostrarse tan severo contigo. Se nota que le importas y que se esfuerza por ayudarte a avanzar en el camino de la entrega.
    Un beso y feliz noche.

    ResponderEliminar
  4. Cuanta razón tienes Sayiid!
    Traspaso tu felicitación a mi Amo, no te preocupes...
    Un abrazo y gracias por leerme.

    ResponderEliminar