Ayer, como cada tarde al llegar del trabajo, como parte de mi propia rutina, abrí el buzón, en el que esperaba encontrar tan solo publicidad y facturas. No acostumbraba a recibir otro tipo de correspondencia.

Pero esa tarde fue diferente, encontré un sobre negro, alargado y algo brillante. 

Pensé que sería alguna publicidad navideña pero algo me llamaba la atención de aquella carta, porque no contenía ningún logo, ni letra ni absolutamente nada que identificara de quien provenía, pero el olor que emanaba, me evocaba sensaciones placenteras y excitantes.

Una vez descartado el resto de la correspondencia, me senté en sofá, con ese negro sobre en las manos….

Lo abrí lentamente, disfrutando del tacto de ese papel satinado y brillante…

Había dentro, una tarjeta también negra, con letras que hablaban por si solas: 

Las lágrimas recorrieron ágiles mis mejillas, abrazada al sobre, y soñando con ese momento, imaginando lo que creía que ello significaba.

Mi Dueño, mi Señor, había estado en mi casa, y había dejado ese excitante sobre para mí, para…como me llama Él, su pequeña zorrita….me encanta que me llame así!!!

Deseo que llegue el momento de recibir sus instrucciones.

Deseo que llegue el esperado jueves.

Deseo estar a la altura de sus expectativas, y comportarme como la mujer sumisa que tanto lucha por conseguir de mi…

Ya os contaré como ha ido…estoy tan emocionada! y tan asustada a la vez...