El camino....

Creo que de las primeras cosas que me dijeron cuando descubrí mi sentir, es que la sumisión no es fácil, y a pesar de los poquitos pasos que he dado en este largo camino, ya sé que esto es así.

Aunque esto sea así, la vida de la sumisa, al menos a mi entender, no es una vida de desgracia y pena por recorrer este duro camino, en el que siempre tiene que estar dolorida y pesarosa por la dureza de trato de su Dueño. Si fuera así os aseguro que yo...paso!

Al menos yo, he escogido libremente mi sumisión, cuando y con quien he creído, nadie me ha obligado a mi sentir ni a mi entrega, es mi opción y mi camino.

En mas de una ocasión ya he comentado que deseo ser el reflejo de lo que mi Señor me reporta, y por ello me muestro feliz porque así me hace sentir, pero me repele profundamente, que se frivolice sobre ello, que se de a entender que si muestro felicidad es porque lo tengo todo a mi favor, como si me viniera regalado.

Yo al menos, he superado límites, me he esforzado por comprender, por asimilar, por comportarme como se me pedía, por callar y escuchar, por esperar paciente, por muchas cosas que día a día tengo que trabajarme y por muchas mas que se que vendrán. 

Nadie me regala nada, pero si me siento feliz, por que lo hago porque ese es mi deseo, y porque ante cualquier nueva barrera, veo la oportunidad de crecer.

Evidentemente he tenido mucha suerte de que en mi camino se haya cruzado gente maravillosa, entre los que por supuesto está mi Señor, y soy consciente que muchos no habéis tenido aun esa suerte, pero una cosa no quita la otra.

Simplemente quiero expresar que no me reporta satisfacción porque sea un camino fácil, al contrario, me lo reporta, porque se me reclama esfuerzo, superación personal y dar un pasito tras otro.

Cierto es que gran parte del mérito, por no decir todo, es de mi Señor, porque me sabe llevar, sabe sacar de mi aquello que ni yo misma conozco, porque es una persona tremendamente justa, lo que no significa para nada permisible, mas bien al contrario, pero así deseo que sea.

Que no esté hablando continuamente de mis pesares, de mis temores, de mis luchas, de mis fracasos, no significa que no los tenga, solo significa que expresarlo, no siempre me reporta beneficio, aunque en ocasiones lo haga, hay otras en las que prefiero quedármelo para mi intimidad, porque se que esos momentos no definen para nada mi estado general, tan solo responden a un momento puntual y no suelo ser muy objetiva cuando la lucha me embarga.

Hay quien necesita justo en esos momentos, expresar ese dolor para superarlo, y yo lo respeto y doy mi apoyo siempre que me sea posible, cada uno es como es, e intento no juzgar a nadie por sus escritos, sobretodo porque soy consciente que la mayoría son fruto del momento que se vive y no del conjunto de la vivencia.

Como habréis notado, mi refugio es muy personal, y suelo expresar no tan solo mis fantasías y deseos sino también mis reflexiones,  mas o menos acertadas, según el día, y ésta es la que hoy quiero compartir con vosotros. 

Para nada estoy enfadada ni preocupada por ello, simplemente, es un pensamiento que tras algunos paseos por blogs y algunas conversaciones ha venido a mi mente. 

Muchas gracias por dejarme compartirlo con vosotros...es siempre un placer saber que os tengo en mi camino...y por supuesto, como siempre, deseo vuestros comentarios, también forman parte de mi aprendizaje.

Un abrazo y feliz domingo.