Horas de espera que claman pasión,
con lascivas imágenes agolpadas,
ansiando colmar mi fantasía.
Deseos cautivos afloran intrépidos,
atormentando mi cuerpo exaltado,
obligado a contenerse.
Suplico verme en Tus manos,
perder toda forma y compostura,
sumirme en el desenfreno,
de Tus ocultos anhelos.
Suplico ser fuego ardiente en Ti
y agua que sacie Tu sed.
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