Pleasure Shelter: Lección....

domingo, 5 de junio de 2011

Lección....


Suele ser habitual que los domingos por la tarde, mi Amo me reclame a su presencia. Nunca se el método que escogerá para que me presente ante El, ni donde, ni como, ni cuando, pero si sé que le gusta que le espere preparada y dispuesta para acudir donde me indique con la máxima celeridad posible.

Hoy como de costumbre, me levanté tarde, desayuné con calma y me di un largo baño. Siempre me gusta preparar mi cuerpo de manera especial para nuestro encuentro de los domingos, porque entre semana suelo tener menos tiempo para ello y me gusta dedicarle una atención especial en domingo…

Unté mi cuerpo despacio con crema hidratante, masajeando mi piel, pensando para mí, que cada poro de mi piel seria recorrido por Sus manos firmes, me detuve en mis nalgas imaginando que serían azotadas, en mis pechos que serían pinzados, en mi sexo que sería usado….

Me encanta dejar volar mi imaginación hasta los recuerdos y revivirlos en mis manos. Aumenta mi deseo de estar con Él hasta niveles cercanos a la locura, y pierdo la consciencia del tiempo y el espacio. Por suerte me pongo la alarma para no perderme en las caricias y así estar preparada para mi Señor.

Elegí algo que sé que le gusta para debajo de mi ropa, ese corsé negro que me regaló, que deja mis pechos y mi sexo a su disposición, sin impedimento ninguno para usar a su perrita a placer…

Suena el móvil, un mensaje con el nombre de un hotel y una habitación, pero al contario que de costumbre me dice que no tenga prisa, que Él estará entretenido.

¿Qué quiere decir con eso? ¿Entretenido?¿acaso no soy yo su juguete?...

Mi corazón me va a cien, empiezo a ponerme realmente nerviosa cuando no comprendo las palabras de mi Amo, pero no quiero llegar en ese estado a su presencia, pues sé que le desagrada profundamente cuando supongo y deduzco cosas que de su boca no han salido.

Me acabo de vestir y maquillar, salgo rápido a pesar de que me dijo que no tuviera prisa, pero por supuesto que tengo prisa, por estar delante de Él siempre la tengo y más desde que me dijo que estaría entretenido.

En el coche siento mi corazón golpear contra mi pecho, intentando salirse de mí, mi respiración agitada me nubla la vista y mi coño se encharca cuando está cercano el hotel indicado.

Aparco y siento vértigo al bajar del coche, me dirijo todo lo rápido que mis afilados tacones me permiten.

Ya en el ascensor me retoco para estar perfecta para servir a mi Señor, dispuesta a cumplir todas sus órdenes, y deseosa de complacerle con ello.

Está delante de mí, la puerta de la habitación 2204. Llamo, nerviosa y excitada, y la voz de mi Amo responde…

-    Espera un momento, por favor.

Espero unos segundos y vuelvo a llamar.

-    ¿Que no has entendido? Que te esperes zorra!!!

Me tiemblan las piernas al oír su tono de voz, y aunque no puede verme, bajo la mirada al suelo. Sé que he desobedecido, pero no comprendo porque debo esperar, si me está esperando a mí, no entiendo que se demore tanto en abrir.

Por fin, pasados unos minutos abre la puerta, y observo en su mano, la fusta preparada. Mi cuerpo reacciona a ella estremeciéndose y deseando que sea usada en mí, aunque dada mi respuesta poco paciente, creo que su uso no será de mi agrado.

         Pasa y siéntate paciente, estoy ocupado ahora.
-          Ocupado mi Señor….¿con que?
-          No es con que perrita mía, es con quien…
-          ¿Cómo dices mi Señor?
-          ¿No has entendido mis palabras?
-          No mi Señor…
-          ¿Tengo que volver a repetirlo? ¿estas segura de ello?
-          No será necesario, mi Señor.
-          Bien pues obedece, siéntate allí y espera.

Entré y vi a una preciosa chica atada a la cama, en esa cama donde se supone que debería estar yo complaciendo a mi Señor, se hallaba otra, en la posición que yo tanto adoraba, siendo azotada por mi Amo, siendo contemplada y gozada, siendo mimada, siendo….todo lo que yo deseaba y no tenía.

Me quedé de pié, con mirada desafiante, sin comprender a que se debía aquello. Tenía ganas de gritar, de chillar, de irme corriendo llorando, pero estaba inmóvil, plantada de pié.

Las lágrimas recorrían mis mejillas y mi cuerpo temblaba, no se si de miedo o de la rabia contenida.

-          ¿Tengo que repetírtelo esclava?
-          Pero….pero….mi Señor, yo soy tu esclava,….porque….
-          CÁLLATE Y OBEDECE ESCLAVA!

Seguía inmóvil, a pesar de que sabía que debía sentarme, no podía moverme…ni apartar mis llorosos ojos de aquella preciosa muchacha que servía a mi Amo con una entrega admirable, sin tan solo una queja o reproche, sin un ay que saliera de ella.

No pude evitar decirle a gritos:
  
- Zorra de mierda!....¿cómo coño te has ganado a mi Amo sucia puta?

Mi Amo se dirigió raudo hacia mí, me sentó de golpe en el sofá del fondo y colocó una mordaza en mi boca, mas apretada que nunca, pero ni siquiera me castigó con un azote por mi insolencia, nada….ni me miró siquiera…Su gesto fue rápido, como si tuviera prisa por sacarme de en medio y dedicarse a la tarea que le tenía embelesado.

Cerré los ojos, no podía mirar esa escena…era demasiado dolorosa para mí y decidí que sería mejor dejar volar mi imaginación hasta que todo aquello hubiera acabado.

Los gemidos entrecortados de la sucia puta en manos de mi Amo, me devolvieron a la realidad y al abrir los ojos, comprobé las marcas en su cuerpo, el sudor recorriendo cada centímetro de su piel y como su ablandado coño mocoso dejaba paso a un gran consolador que mi Amo le insertaba sin pasión mientras la seguía azotando.

Me levanté de golpe, y me tiré a los pies de mi Amo con la mirada suplicante, no podía quedarme impasible ante aquello.

¿Quieres que te preste atención perrita mía? ¿Tanto deseas que tu Dueño esté por ti? ¿Serias capaz de aceptar lo que yo quiera hacer de ti?


Mientras me hablaba asentía con la cabeza y seguía suplicando con la mirada.

-          Bien, te quitaré la mordaza si prometes ser respetuosa con esta perrita que está a mi servicio y que te dará ejemplo de cómo debe comportarse una buena esclava.

Mis ojos suplicantes se encendieron en ira y celos, y mi Señor vio como el orgullo herido afloró de mi ser, pues mi desdén le indicaba que no estaba dispuesta a aguantar aquella inmerecida humillación.

-     Tranquila perrita, sabes que eres mi preferida, por eso, hoy, aprenderás una gran lección. Vuelve al sofá, y mientras ella descansa, estaré únicamente por ti.

Deseosa me fui esperándole, y al instante estaba allí….

-       Ponte de rodillas en el asiento perrita y apoya tus brazos en el respaldo. Déjame ver mi coñito y ese culo que tanta hambre tienen…
-          Es tuyo mi Señor…úsame por favor.
-          No seré yo hoy…

Dicho esto, insertó con mimo el plug que llevaba en su mano en mi ano, y dándome un pequeño azote, me susurró al oído…

-          Te dije que hoy aprenderías una gran lección, y te aseguro que lo vas a hacer. Quiero que estés en esta posición durante el rato que yo esté con esa bella sumisa, observando pacientemente, demostrándome que realmente eres capaz de todo por mí. Eso es lo que hoy deseo de ti esclava.

-          Pero mi Señor, yo soy capaz de darte el placer que ella te pueda dar, de complacerte y obedecerte en todo.

-          Pues demuéstralo. Esto es lo que hoy quiero de ti.

Dándose la vuelta, se marchó de nuevo a prestarle atención a esa sucia perra que le esperaba con su jodido coño dispuesto a ser usado de nuevo, complaciente y servir como yo jamás he sido capaz de serlo.



Una gran lucha interior se apoderaba de mí, pues mientras ella disfrutaba de las atenciones de mi amado Señor, yo me encontraba en una esquina, de rodillas, con el culo ensartado y observando aquella escena que me producía mezcla de náuseas y excitación. Sabía que mi Amo deseaba eso de mí y no podía fallarle pero odiaba a aquella puta con todas mis fuerzas.

El plug cada vez se volvía más incómodo en mi interior, parecía que mi recto se agarraba a él con intensidad invadiendo de una sequedad molesta mi ano, mientras que mi sexo, extrañamente, se mojaba al observar las deseadas perversiones que mi Amo le regala a aquella mujerzuela. Notaba mis fluidos calientes resbalar por mis piernas y mis lágrimas resbalar por mis mejillas.

Rompí en sollozos, supliqué a mi Amo que parara aquella tortura y viniera a acariciar a su perrita que tanto lo deseaba.

Entre lamentos no me di cuenta de que mi Amo se hallaba ante mí, y mirando de reojo la habitación no vi a nadie más…¿Dónde estaría esa odiosa puta?¿cómo habría convencido a mi Amo de tal actividad?

Intuyendo mi Señor los pensamientos que recorrían mi mente, se situó frente a mí, con su rostro muy próximo al mío y me dijo:

-     Perrita, tu eres mi esclava, siempre lo serás pues llevas mi collar, pero hoy quería enseñarte que tu entrega fue completa, tu misma dijiste que me servirías en todo, y hoy he querido mostrarte que ese todo puede ser algo que te desagrade por completo y no por ello debes dejar de obedecer. ¿Comprendes?

-      Si y no mi Señor. Sabes que me duele terriblemente, que deseo estar en tus manos y someterme a Ti. No comprendo la necesidad de este acto mi Señor.

-      Justo de eso se trata esclava. No tienes que comprender mis actos. Tienes que obedecer.

-          Si mi Señor.

-          Bien, déjame que te quite el plug, arréglate con calma que iremos a cenar.

-          Pero Señor, yo sigo….

-          Sssssssssshhhhhh, demuéstrame que lo has entendido. Obedece.

-          Si mi Señor.

Con sumo tacto sacó el plug de mi interior, me ayudó a levantarme y me acompañó abrazado hasta el servicio donde me dio tiempo para recomponerme de todo lo sucedido y arreglarme para ir a cenar.

Bajando por el ascensor dijo:

-        Sé que ha sido muy duro para ti, por eso lo valoro más esclava. No des nada por sentado, tu entrega es completa y con ella estás a mi servicio. Siempre estas a tiempo de rechazarlo, si ese es tu deseo.

-          No mi Señor, soy Tuya.

-     Bien, pues cenemos y celebremos con una copita que eres mi digna esclava.

A pesar del dolor que sentía, esas palabras calmaron mi alma y aunque mi sexo ardía en deseos de ser usado, mi mente mantenía la idea de ser servil y aceptar sus designios, pues sabía que para ello me entregué a Él y me compensaba sobremanera estar a su disposición.

Debía aprender y ser la esclava que se merece.





6 comentarios:

  1. Impresionante lección de humildad.
    Es fácil someterse cuando a la sumisa se le pide aquello que ella desea... pero que dificil es someterse cuando lo que se pide resulta desagradable.
    Pero en realidad, es justo entonces, donde se demuestra la verdadera entrega, la humildad y el sometimiento.
    Es justo entonces donde la teórica sumisa decide si lo es o no lo es.
    Gran lección.
    Un beso y mi enhorabuena.

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  2. Todo me lleva a sentir y percibir una entrega increíble.
    Una entrega que la confianza que nos proyecta nuestro Dueño, habría de ganarse.
    Se me ha acelerado el corazón leyendo cada línea... ufffff....
    Te dejo un enorme beso, ya sabes que soy re besucona ;)
    MUAKSSSSSSSSSSSSSSSS!

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  3. Parece que este finde nos ha tocado lección a ambas...
    Pero lo bueno de ellas, es que, además de enseñarnos, nos reafirma con más fuerza si cabe, en nuestro deseo de servir a nuestros Dueños.
    Espero que estes bien. Un beso grande...

    Dulce{Adriano}

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  4. Una gran lección de obediencia, nunca es fácil acatar una orden si en lo más hondo de ti algo se revela,ese pronto, esa furia y dejas que el orgullo y los sentimientos afloren,
    besos dana y mis respetos a tu Señor.

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  5. Muchas gracias a todos por vuestras palabras...Sois siempre un gran apoyo para mi...

    Un fuerte abrazo

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  6. Ainssss......querida me ha dolido hasta a mí.
    Un fuerte abrazo.

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