Pleasure Shelter: Carrusel de emociones

miércoles, 28 de diciembre de 2011

Carrusel de emociones


No quiero refrenarlo, me entrego al placer, un placer mental que inunda todo mi cuerpo, es real e indescriptible y me hace gozar de todo cuanto siento desde mi interior. 

Nadie puede sentirlo y seguramente las palabras son absurdas, pero disfruto escribiendo, me encanta dejar mi mente en blanco y soltar mis emociones, como si estuvieran dando vueltas dentro de mí, girando en una especie de carrusel. 

El viaje empieza lento, van apareciendo en escena distintas emociones, se entrelazan, y esa mezcla genera nuevas sensaciones. Todo se acelera, las vueltas cada vez son mas rápidas, tanto que si miras desde el exterior todo está borroso, solo ves ráfagas de luz pero en el interior está todo en orden. 

Cuando la velocidad es máxima y no soy capaz de diferenciar las emociones, sino que se trata de una amalgama de todas ellas, cuando ya no soy capaz de contenerlas dentro de mí, salen disparadas sin control. 

Maravillosa sensación cuando estas cerca y eres Tu el que admites la pasión al salir y mágica eclosión cuando salen de forma distinta para llegar de igual modo a Ti. No importa donde estés, si es cerca Tu mismo te sirves de mí, si estas lejos encuentran el modo de presentarse ante Ti y entregarse.

Todas las emociones te reconocen Dueño, te sienten como creador al generarse y saben que su morada de descanso es en Ti. Cualquier acto, por muy ínfimo que sea es debido a toda esta pasión que contengo en mi interior, que poco a poco ve la luz, y aunque reconozco que en ocasiones refreno porque me abruma, a la vez ejerce una tremenda atracción. 

No es necesario entenderlo, tan solo sé que lo siento y Tu, sabes como lo siento, pues nadie más que Tu trabaja mi deseo, cultivas esa semilla que crece, para darte un hermoso fruto, digno de ser entregado.

Me siento pobre en servicio, aún hay mucho, muchísimo por aprender, por descubrir, por sentir, y por supuesto por entregar, pero eres un imán para mí, todo mi ser me empuja sin remedio hacia Ti, hacia hacer de mí un instrumento en Tus manos para crear algo inimaginable. No importa que nadie lo vea, no deseo que se aprecie, mientras Tu te sientas completo con su valor.

En esta noche, no voy a refrenarlo, en esta noche me entrego al placer, a un placer mental de saberme Tuya desde el interior. No hace falta que lo digas, pues bien sé que ese es Tu deseo al igual que el mio, pues todo gira en torno a ello y puedo sentirlo.

En esta noche disfruto de mi entrega, nadie puede negarme este placer que Tu, mi Señor, me concedes con Tus enseñanzas.

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