Aunque tengo muchos pensamientos en la cabeza, y en estos momentos atiendo varias cosas, algunas importantísimas para mí, desde hace unas horas, siento una especie de letargo, una necesidad de calma interior, un creciente anhelo de serenidad, no tanto exterior sino más bien interior.
Siento en mi piel las sensaciones acariciándome, invitándome a contemplarla, siento la vida por todo mi cuerpo mostrándome el reflejo de lo que soy.
Me hace viajar por mi interior, en este silencio buscado, en ese sosiego que mi pensamiento me concede y me muestra de nuevo como puedo obtener aquello que tanto deseo.
No encuentro las palabras, quizás porque no es lo que hoy busco…
No busco expresarme, busco sentir, busco empaparme de mis máximas como medio indispensable de mi esclavitud.
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