Pleasure Shelter: Reflejo

lunes, 3 de septiembre de 2012

Reflejo


A veces no somos conscientes, pero cuando guías a alguien, sus actos son reflejo de ti, de aquello que día a día le enseñas, y en ellos se ven los frutos del tiempo invertido.

La educación es difícil, entraña una gran responsabilidad y aunque tiene muchos bellos momentos en que te sientes orgulloso, en otros, cuando los actos que ves no se corresponden con aquello que tú crees como correcto, conlleva también decepción.

Imagino que no debes perder de vista que forma parte del aprendizaje, que aunque tú inculques ciertas pautas esa persona tiene su propia identidad, y debe ir forjándose a través de su propia experiencia.

Eso no quiere decir que debamos aceptarlo todo, y siempre debemos navegar entre el instinto de protección, el cariño y el rigor en la educación, intentando valorar lo que esa persona necesita para su correcto desarrollo y no el sentimiento que en ese momento tengamos.

Es realmente desesperante no saber qué hacer, no ver cómo enfocarlo y saber que aquello que está aconteciendo es resultado de tu esfuerzo, para lo bueno y para lo malo.

Veo imprescindible, quizás porque soy la “mujer porqués”, no quedarnos solo en el premio o la sanción, sino ir un poquito más allá y ver los porque, la reacción tenida e ir viendo las motivaciones, sentimientos, miedos y necesidades de esa persona, para que ella pueda crecer y ser autosuficiente con una buena base.

A mí me cuesta horrores ver esos porqués si no se me dicen, soy malísima interpretando las señales y lo paso mal al ver que quizás podría haber visto, haberme adelantado, haber evitado, pero soy tremendamente torpe y me pongo triste sintiéndome con poca capacidad.

Procuro mirar con cierta distancia, no ofuscarme con mi exagerado sentido de la culpabilidad, ser positiva y dejarme aconsejar por aquellos que antes ya han pasado por experiencias similares.

Supongo que más de una vez os habréis encontrado sumidos en la sensación de tener que aplicar un correctivo o dar una regañina y sentir el dolor al tener que hacerlo, porque amas tanto a esa persona que saber el sufrimiento que está teniendo te consume.

Quizás haya sádicos a los que les guste ver sufrir a los demás, pero a mí me atormenta, me angustia y me entristece, pero a pesar de ello tengo claro que hay que mantenerse firme, ser siempre consecuente y mostrar a quien enseñas que ese es tu camino, el que deberá seguir mientras esté contigo, aunque no debemos olvidar que se debe enseñar desde el cariño, nunca con desprecio porque eso hace que perdamos la confianza de aquellos que desean aprender de nosotros y nos ven como guía en su andadura.

No podemos perder nunca de vista tampoco, lo duro que resulta la etapa de aprendizaje, todo lo que comporta, para ser conscientes de los sentimientos que en ella se crean y que pueden marcar un caminar fluido si el entorno es sano o un bloqueo constante que no tan solo imposibilite avanzar sino que incluso puede llegar a hacer retroceder.

Hoy comprendo muchas cosas de aquellas que no veía, de aquellas que en el momento me asustaron y no aceptaba. Hoy valoro el esfuerzo que se hace en enseñarme, y agradezco que a pesar de todas las reticencias que muestro, todas las dudas y todos los fallos, me sigan tendiendo la mano para mostrarme la senda y darme la oportunidad de avanzar.

Siempre procuro aprender de mis vivencias y porque sé cómo siente el dolor el maestro, pido disculpas por todo cuanto yo, siendo aprendiz, he producido y cojo consciencia del orgullo que soy capaz de dar también, y por ello, me esforzaré mucho más en mi aprendizaje.

No puedo prometer no fallar, porque eso va implícito en mí al igual que en cualquier persona, pero si prometo confiar más en mi Guía para que eso nos haga más llevaderos los difíciles momentos de aprendizaje, y así disfrutarlos desde la vertiente del compartir y crecer.

Sé que las palabras no reflejan mi sentir ni mi decisión, pero Tú si sabes cuánto me han hecho reflexionar estos días...

He visto que el aprendizaje no es tan solo del aprendiz, sino que el maestro no debe dejar de aprender y asumir que su premio y su castigo es el reflejo de nosotros mismos en esa persona.

2 comentarios:

  1. Respuestas
    1. Aclarar que no me centro en mi reflexión en la pura educación infantil, pues somos muchos, no solo los niños los que nos ponemos en manos de otras personas para aprender, y por eso quería reflexionar sobre lo que el educador siente ante los actos del aprendiz.

      Gracias por tu visita.

      Un cordial saludo

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