YO te cambiaré!!!

Es muy típico oír que el Amo hace a la sumisa, que ella no debe preocuparse porque Él la hará a su medida (sirve también cualquier combinación de sexos Ella-ella, Ella-él, etc etc, pero por comodidad expreso la mía), y debo decir que es una de las cosas que en un inicio más me preocupaba y más reticencia me generaba, pues si bien es cierto que tengo muchos defectos, de los cuales ya conocéis algunos, nunca he querido que nadie me cambie. 

Quizás mi forma de verlo sea algo atípica pero así lo siento y así os lo cuento...Trataré de explicarme...

Yo tengo una forma de ser determinada, que desde mi nacimiento me define, podríamos decir que es mi esencia sin manipular, pura, sin que esté influenciada por nada, y después, con el tiempo, con las experiencias que me han tocado en este juego que es la vida, he ido poniendo capas, pedazos, contrapesos, defensas, todo ello para procurar salir airosa de todas las situaciones.

Así, poco a poco, he ido dando forma a mi ser tal y como se me conocía antes de ponerme a los pies de mi Señor, y lo digo así porque ese momento para mí marca un punto de inflexión en mi vida, después comprenderéis el porque lo siento así, pero continuemos con mi atípica percepción de mi misma, si me lo permitís...

Algunos de esos añadidos me han sido de gran utilidad y forman ya parte de mí, me ayudan en mi día a día y me causan gran bienestar, pero otros en cambio, aunque los he adquirido, me hacen sentir mal, van en contra de mi esencia pura y se forman verdaderas batallas en mi misma porque nada tienen que ver conmigo, convirtiéndose así en un lastre.

Siempre me habéis oído definirme como una persona rebelde, lo que choca con la opción que he escogido de someterme a mi Señor, y esta decisión es lógico que sorprenda a muchos de los que creen conocerme, incluso a mi misma en ese inicial descubrimiento me impactó, pero esa definición no es del todo cierta, aunque lo que muestre de mi así sea.

Lo que si es cierto es que siempre he tenido las ideas muy claras (no digo que correctas), siendo muy terca y por ello inamovible cuando algo veía de cierto modo, y ante los intensos bombardeos que imagino todos sufrimos desde la infancia para hacer que nos adaptemos a lo "correcto", o a los intereses de unos y otros, no supe encontrar otros mecanismos de defensa que mi rebeldía, que plantarme en una actitud desafiante para espantar a aquellos que deseaban imponer su criterio, o bien, agudizar el ingenio para trampear las situaciones que chocaban con mi propio pensamiento.

Odio las imposiciones sin un motivo, no acepto los "porque si" y "porque no" y pensé que en el sometimiento había tanto de eso que yo no sería capaz, que nadie invertiría el tiempo necesario (mucho en mi caso) para deshojar todos esos añadidos desvelando así mi esencia pura, la cual solo entrego en la confianza plena.

Llegó un momento en mi vida, que sentía que todos esos gadgets añadidos estaban minando mi verdadera forma de ser y me estaba convirtiendo en quien no era, perdiéndome entre mis defensas. Me asusté al ver mi propia sombra desfigurada, sin reconocerme, y aunque tenía miedo de sufrir al mostrarme tal como soy, sentí que era el momento de darme luz.

Estuve bastante tiempo dedicándome a mi misma, viendo cual era mi esencia real y cuales eran los añadidos, y cuando lo tuve "claro", aunque confieso que cosas que di por mías hoy se que eran añadidos, me atreví a investigar sobre ello.

De este modo, fue como empecé a adentrarme en este desconocido mundo de la D/s, al principio como simple espectadora, más asustada que atraída, descubriendo la gran diversidad en sus formas, y aunque lo que veía a simple vista no iba conmigo, definí casi sin darme cuenta mi forma de entenderlo, y vi como podría desarrollar lo que dentro de mi albergaba, y como ya os he dicho soy un poco (mucho) terca cuando algo lo entiendo de cierta forma.

Cuando mi vida se cruzó con la del que ahora es mi Señor, creía que estaba soñando, intuía esa forma de ser que yo sentía necesitar, parecía que lo entendía del mismo modo que yo, pero a la vez, saltaron todas mis alarmas, y como si de una armadura automática se tratase todos mis gadgets hicieron acto de presencia, pues no podía dejar que un desconocido me invadiera de ese modo y se adueñara peligrosamente de mi verdadera esencia.

Jamás descubriré como lo intuyó, como supo que todo aquello que mostraba era tan solo una defensa, y vio que para nada soy una persona rebelde, sino que soy dulce, sensible, con unas ganas tremendas de descubrirme, de sentirme libre siendo yo misma, de amar como jamás he tenido la oportunidad de hacerlo, y de sentirme querida por aquello que soy, pudiendo entregarme a aquello que en realidad me hace feliz.

Los inicios fueron muy duros, para ambos, confiar uno en el otro requiere tiempo, es necesario dedicarse y tener ganas de conocerse mutuamente para hacer posible el vínculo, ese tan especial que no se puede describir, pero que se siente cuando entras en comunión con otra persona.

Se supone que llegué "virgen" a Él porque no tenía experiencia en la D/s, pero no es así, llegué con una mochila cargada de pesos absurdos, de miedos inmensos, de desconfianza en mi misma y en los demás, y con miles de artilugios estúpidos que hacen el avance muy complicado.

Entiendo que nadie quisiera arremangarse y ponerse a trabajar en tan ardua tarea...Tan solo alguien valiente, con una intuición fuera de lo común, con visión de futuro y con muchas ganas de tener algo real y no algo inmediato que no suele dar, al menos conmigo, buenos frutos, es capaz de arriesgarse por mí. 

Sé que ahora es muy sencillo empezar a intuir mi sumisión, pero el mérito era verlo en aquel entonces, oculto, bruto, sin brillo, tan solo un pequeño destello cada mucho mucho tiempo.

Por eso le estoy muy agradecida, porque sin tener porqué apostó por mí, y hoy sé que no se equivocaba, que aunque tengamos mucho en lo que trabajar aún, mi esencia pura es la sumisión a Él, y lo tengo tan claro porque es algo que siento, algo que me libera y me devuelve a mi misma. Nunca nada me había hecho sentir así y por fuerza, sintiéndome tan feliz, a pesar de la dureza del camino, no puede ser negativo...

Hoy esa reticencia inicial al cambio ha desaparecido, ese odio al "porque si" y "porque no" ya no tiene sentido con Él, porque no me cambia para hacerme a Él obligándome a renunciar a mi misma, sino que me devuelve a mi estado puro, me permite con Su instrucción dejar de lado aquellos hábitos que tanto daño me hacen, pudiendo de ese modo gozar de aquello que soy y lo que deseo sentir, aunque a la vez sea lo que Él desea, no es para su propio y único beneficio, sino para el de ambos. 

Y, aunque no comprenda muchas de las cosas que procura mostrarme y deba obedecer de inicio a un "porque si" o un "porque no", no lo son como tal, sino que todo tiene un motivo, una finalidad para la que aún yo no estoy preparada para asimilar con palabras, sino que cuando lo haga lo veré por mi misma, y lo sé porque me lo ha demostrado, y porque la confianza que se ha ganado me permite hacerlo.

Sé que he avanzado mucho en este camino, aunque no esté constantemente reconociéndomelo, por no confiarme y por mi propia exigencia, pero también es real que aún fallo muchísimas veces (algunas de ellas las habéis visto), pues no es fácil inhabilitar todos mis absurdos gadgets, y de vez en cuando se disparan y me meten en un lío tremendo...

Mucha gente, entre ellas mi mejor amiga que justo lo hablábamos ayer por lo acontecido recientemente me dice, "si es lo que quieres..."...si y no....es lo que soy y por eso, es lo que quiero...por fin alguien me quiere como soy, y me ayuda en la evolución que representa para mí el cambio...

No se que harán otros Amos, tampoco me interesa mucho la verdad, pero el mio no me cambia, sino que me ayuda en lo que yo quiero/necesito cambiar, aunque quien lo vea desde fuera si puede creer que mi Amo me cambia...pero...Y A MI QUE!!!...Él y yo sabemos la verdad, es el único que conoce quien soy, que para algo se lo curra día a día, y sólo para Él son y serán los beneficios de esta evolución.

Sigo sin permitir que nadie me cambie, sigo siendo rebelde con quien me impone para su propio beneficio en contra de mi pensamiento, sigo siendo cabezona con mis ideas, pero con Él puedo abandonar mis defensas y simplemente ser...y...no imagináis como relaja eso!!!mmmmm...cómo me gusta....(por eso me siento tan mal cuando actuo en contra...uuufff)

No abandonaré esta aventura, porque si mi terquedad me sirve para algo es justo para luchar por aquello en lo que creo.

Y....¿en que creo?....En mí, en que mi verdadera esencia es ser Suya, es someterme a Él, en que todo lo que me aleja de ello con Su doma poco a poco se va reconduciendo, y...creo en Él porque sólo ante Él soy, siento y vivo en paz conmigo misma.

Dicen que la fe mueve montañas, pues a mi la fe me mueve a Sus pies...Así es y así os lo he contado...

Feliz día a todos, y gracias por compartir mis días en esta apasionante aventura!

Besines