No era el placer esperado,
deseaba saciar mi lascivia
siendo objeto para Tu uso,
sentir el brío de Tus embestidas,
el calor de Tu interna invasión,
y mi total pérdida de control.
No te diré que fuera fácil
ese atípico apaño Tuyo,
ni que lo esté siendo ahora
con el paso de las horas.
Pero si te diré, mi amado Señor,
aunque quizás te sorprenda…
Déjame así, por favor,
pídeme que te entregue mis ansias,
que me enfrente a mis vacíos
que te buscan suplicantes.
Apodérate de mi deseo,
dime que te pertenezco,
que solo obtendré aquello que quieras,
que soy esclava de Tus anhelos,
y que esos huecos quedaran exentos
de todo cuanto quiero.
Enséñame mi credo,
poséeme de ese modo peculiar,
haciendo uso de mí a Tu manera,
reclamando la sumisión debida,
ensalzando Tu dominio.
Disfrútame así ofrecida,
postrada ante Tus deseos,
dueño de todo cuanto poseo,
mostrándome hasta donde soy capaz
para satisfacer a mi Señor.
El placer es distinto,
el sacrificio abundante,
pero con ello puedo entregarte,
todo aquello que pretendo,
porque ese es mi deseo.
Tómame y úsame,
Tuya soy.
UN GRAN POEMA,,, PRECIOSO,,, Y CON UN MENSAJE MUY DIRECTO.
ResponderEliminarUN BESAZO DANA!!!
Gracias!!!
Eliminarya se te echaba de menos por aquí!
Un cordial saludo
Me gusta la forma en que expresas tu deseo de complacer a tu amo.
ResponderEliminarMuy sugerente...
Beso.
Me alegro mucho de que te guste y que puedas disfrutar, en cierta forma, con mis palabras...
EliminarUn cordial saludo...y hasta prontito