Un comienzo...

Hoy es un día de celebración para mí, un día importante, de conmemoración de un nacimiento, del resurgir de unas palabras entre el silencio, unas palabras que ya nunca más serán iguales, al menos para mí.

Explicaré mi llegada a La Ciudad tras el sol. Os contaré mi historia resumida, aunque muchos ya la conocéis porque desembarcasteis allí incluso antes que yo, y visteis mi tímida andadura inicial.

Un día buscando cierta información, me encontré cruzando el portalón de acceso a una ciudad, la cual hacia escasos días que había sido fundada, y durante más de un mes, me paseé siempre de noche, ocultándome entre las estrechas callejuelas, y esquivando a quien pudiera encontrarme porque aún no estaba segura de querer permanecer allí, era alma libre que solo curioseaba, solo pretendía sacar información y partir a nuevo destino.

Volvía noche tras noche a comprobar si algo nuevo había acontecido, si había nuevos terrenos que explorar. De ese modo, empecé a sentirme cada vez más atraída por esas letras anónimas, por tanto como creía podía aprender de la persona que tras ella se encontraba, aún completamente ajeno a mi presencia.

Llegó un momento en que sentí que debía marcharme, desengancharme de aquello que sentía porque era completamente irracional, y no estaba dispuesta a creer en fantasías y cuentos infantiles de princesas y caballeros con final feliz, que solo se tejían en mi mente.

Le comenté a un buen amigo que me estaba volviendo loca, que creía ver tras unas palabras de un desconocido similitudes con mi forma de entender las cosas, y estaba empezando a sentír emociones a través de lo que tan solo eran letras. No quería sentir aquello que sentía, tenía un miedo aterrador, pero a la vez una atracción descontrolada por seguir viendo que se escondía tras de aquello.

Me animó (por no decir que me obligó) a comentar, y un 4 de enero dejé allí mis primeras, sosas y vergonzosas palabras, tan solo una linea con tono generalista y despegado, pero fue un comienzo, porque a partir de ese momento visité esa ciudad a diferentes horas, para conocerla a plena luz del día y tras el sol con el brillo de la luna y las farolas.

Cada día sentía más, cada día era más yo, y cada día Él, dueño de esa ciudad, me daba más pie a soltarme, a mostrarme, siempre claro está, que mantuviera el respeto en todo momento.

Ese comienzo no fue un simple comienzo, sino la oportunidad de una nueva amistad, con esa persona tan especial que me abrigaba con su agradable compañía, que conversábamos horas y horas de nuestros temas banales, de nuestras historias cotidianas y también, porque no, de nuestros deseos y sueños.

Poco tardamos en ir algo más allá y después un poquito más, hasta el ahora que todos conocéis. 

Sé que no podréis apreciar esa ciudad del mismo modo en que lo hago yo, que no podréis ver con mi misma mirada, porque simplemente es imposible, pues como dice mi Señor (para los que no lo sepáis creador de La Ciudad tras el sol), yo no soy objetiva, y lógicamente no lo soy, porque tan solo pensar en cruzar el umbral me emociona y me predispone a sentir sin medida.

No espero que sintáis igual que yo entre Sus letras, pero si estoy segura de que podéis sentir preciosas sensaciones, de que podéis sacar enseñanzas, de que, como poco, os llevaréis un grato recuerdo al perderos un rato entre sus callejuelas llenas de paredes con citas, pensamientos, información y preciosas imágenes que hacen de la visita un recuerdo inolvidable.

Creo que tan solo deben abstenerse de la visita, aquellos que sean de mente cerrada y no gusten de viajar y descubrir nuevas sensaciones, a los demás os animo a todos a perderos y disfrutar.

Nos vemos allí...que seguro que alguna fiestuki nos dejaran organizar...

LA CIUDAD TRAS EL SOL


PD- Por cierto mi Señor, precioso el cambio de look de la ciudad....me gusta mucho más que antes. La verdad es que de nuevo me has sorprendido!....Muchos besitos y gracias por estos dos años de disfrute en Tu ciudad.