Ella no hace tanto se avergonzaba al mostrarle el fluir de su cuerpo, pero Él le ha enseñado
que no sólo su anhelo, su pensamiento y su sentimiento le pertenece, sino que
su cuerpo responde a Sus deseos, y le muestra así su disposición
para ser en cualquier instante usado para Su complacencia.
Son muchas las señales que ella emite y, a través de Su orgullo,
las va comprendiendo y disfrutando...
El camino a su lado se va trazando, la guía se afianza, las almas se unen y todo se vuelve infinito.
ResponderEliminarUn abrazo, mis respetos a tu Señor
Toma forma y de ello se goza...
EliminarGracias por tus bellas palabras
Un abrazo!