Pleasure Shelter

martes, 4 de enero de 2011

Confiada, creyendo que no sería el día...que nada pasaría pues Él no tenia ganas de enfadarse conmigo...estaba cansado, sin fuerzas...

Creí que sería el día ideal para dar rienda suelta a mi rebeldía, a mi insolencia y dejarme llevar por mi carácter dominante, sí sí...también lo tengo, pero normalmente deseo someterlo....

Durante largo rato fue así....jugué con Él, quería saber cómo me sentía yo, que creía...y...yo, ingenua, me dejé llevar...provocando, mostrándome insolente...Me divertí, sí, fui como una niña mimada que por fin se sale con la suya...imaginando tener poder sobre Él...Sinceramente me resultó divertido jugara  ser dominante, pues Él se dejaba....

No se cuánto rato pasó, la verdad es que me pareció breve, pero sin saber en que momento de mi juego habían cambiado las cosas, de pronto sentí su furia, sin siquiera mostrármela, me estremeció y comprendí que me había dejado llevar y temí que tan solo fuera una prueba más de mi sumisión.
- "Levántate. Desnúdate y adopta la posición que te corresponde", me dijo.

Su voz era fuerte, pero extrañamente muy pausada, excesivamente pausada para mi gusto. No me reñía, no me tocaba...solo me estremecieron sus palabras.

Provocando, me levante muuuuy lentamente, y me desnudé tan lentamente como me era posible, para comprobar si su paciencia se agotaba...Esperó pacientemente, mirándome como si no fuera con Él mi provocación.

Me puse delante de Él, de espaldas, con las piernas abiertas, como acostumbra a pedirme. Oí que iniciaba algún gesto detras de mí y sentí que el miedo me invadía, dejándome llevar por el falso remordimiento. Sinceramente tan solo quería evitar su castigo...

Miré de reojo, forzando ver que actitud tomaba detrás de mí...pero tan solo provocó que su voz se tornara tensa, implacable para recordarme la posición que tenía que adoptar.

En mi mente, repasaba los momentos anteriores, todo lo que me había divertido jugando a ser ama, y como Él se prestaba falsamente al juego. Sentía vergüenza de mi comportamiento, de cómo había caído en una trampa que claramente era una prueba para mí...

Sin saber porque, en vez de adoptar en esa situación una postura sumisa, y rebajarme al sitio que me corresponde, me dejé llevar por la ira, y por el orgullo de sentirme engañada por su prueba...

Le miré con mirada desafiante y le recriminé haberme mentido...

- Zorra, ¿acaso debo darte yo explicaciones? ¿acaso decides tu ahora como se hacen las cosas?¿te crees que te corresponde ese derecho, pequeña puta?

No aparté la mirada, no podía hacerlo, sentía rabia...Él me conoce, y sabe que en ocasiones, me cuesta ser la sumisa que Él se merece, pero me lo hizo entender...

Me agachó y sin darme tiempo a replicar ni protestar, oí un sonido nuevo para mi, como un chasquido que no supe entender de donde provenía hasta que sentí en mis nalgas el calor del cuero. Me estaba azotando con su cinturón. Me sentía terriblemente humillada, pero no pensaba darme por vencida, ni mostrar debilidad...Ante Él, aguanté los azotes, pero de mi interior una especie de gruñido de ira escapaba para mostrarle que aún no había recogido la sumisión que me esperaba.

Uno tras otro, hasta que mis nalgas suplicaban compasión. 

Paró, y pensé que se habría cansado. Otra vez mi ingenua mente me engañaba....

Me cogió firmemente por el brazo y me tiró hacia Él, para recostarme boca abajo en su regazo, y así con su firme mano, siguió azotándome obligándome a contar los azotes y darle las gracias a cada uno de los azotes.

Sabe que ese castigo para mí resulta tan humillante que no resiste mucho mi orgullo....

Creo que conté unos 30 azotes, y le debí dar las gracias tras otros tantos....hasta que....me venció la sumisión, esa paz que me embarga cuando en sus brazos me convierto en su pequeña sumisa, cuando las lágrimas por fin resbalan por mi mejilla produciendome el placer del despojo de la ira...

Él también complacido por haberme liberado del orgullo y la rabia, preguntaba por ellas, por donde se encontraban ahora esa rabia e ira que me invadían hacía tan solo unos momentos...

- "No están mi Señor, se han esfumado", le dije.

Acarició mis doloridas nalgas, calmando su dolor, y me abrazó susurrándome al oído....

- "Has aprendido pequeña, cuál es tu sitio. Sabes que puedo someterte cuando lo desee pues así lo deseas tú. Zorrita ahora serás mi juguete", me dijo.

Me puso de rodillas delante de Él, metió su polla tersa en mi boca, y tirando hacía él del collar que me había puesto, controló el movimiento de mi cabeza, usando mi boca para darse el merecido placer.

Notaba una y otra vez como su sexo rozaba mi garganta y como Él disfrutaba teniendo a su pequeña sumisa insumisa a sus pies, con su boca abierta para recibir sus maravillosos jugos.

Deseaba su pasión, emborracharme de Él, pero ahora, como Él me dijo, era su juguete, y estaba dispuesto a usarme a su merced...

Me observaba mientras me ponía a cuatro patas, como la perra lasciva que soy para Él, y abriendo mis nalgas enrojecidas por el castigo previo, escupió en mi pequeño agujero, y con sumo cuidado, pero con firmeza, metió su polla dentro de mí.

- ¿Lo ves? ¿lo sientes? te uso a mi placer...¿lo entiendes ahora?...tu cuerpo es mío y por lo tanto, debes estar siempre disponible y sumisa para mí, tu Dueño, esté yo dispuesto o no a usarte, lo desees o no. Jamás debes perder de vista cual es tu sitio.

Oír estas palabras mientras su polla entraba y salía de mi culo, mientras permanecía a cuatro patas como una perrita sumisa, me producía un gran placer y me sentía agradecida de la enseñanza que me había ofrecido.

Me ordenó llevar una mano a mi sexo, mejor dicho, a mi mojadísimo sexo, y mientras me acariciaba firmemente acercándome al orgasmo, sacó su sexo caliente e inflamado de mí para ofrecerme sus calientes jugos en mis castigadas nalgas, como bálsamo para calmar el dolor.

Lo último que recuerdo es que me ayudó a levantarme, me recostó sobre Él en el sillón y acarició mi dolorido cuerpo...debí quedarme dormida en sus brazos...

Algún día controlaré mi ira para Él, pero mientras, espero que siga sometiéndome hasta obligarme a alcanzar mi deseada sumisión.

Lo deseo....

4 comentarios:

  1. Domar el carácter siempre es una dura experiencia pero tan gratificante...

    Un beso, Feliz Año linda.

    ResponderEliminar
  2. Buenas noches guapa!!!
    Si es durillo si...pero...en el momento en que consigo ese placer me encanta....jejeje
    Aunque confieso que me olvido pronto de cual es mi sitio...en cuanto me despisto....zas! de nuevo meto la gamba.....ufffffff

    ResponderEliminar
  3. Excitante y aleccionador relato.
    Excitante porque desata la imaginación y el deseo.
    Aleccionador porque de él se extrae una valiosa lección… y es que, quien juega con fuego… acaba con las nalgas ardiendo :-)
    Feliz noche dánae.
    Que sigas disfrutando de tus enseñanzas

    ResponderEliminar
  4. jejeje....buenas noches Sayiid...me alegro de despertar emociones....y si son excitantes mejor que mejor...

    Y yo seguiré disfrutando...por supuesto!!!

    Un abrazo y buena noche de reyes

    ResponderEliminar