El deseo recorre mis venas,
provocando escalofríos a su paso,
haciéndome sentir miedo y gozo.
Cuento los días que llevo deseando
esa figura que añoro a mi lado.
No quiero tener prisa.
Se que debo ser paciente.
Confiar en mi misma,
en la constancia y el esfuerzo,
que todas las cosas requieren.
Intento imaginar tu cuerpo,
tu mente dominando mi vida.
Que sentiré al tenerte…
Como deberé comportarme…
Que sentirías tu estando a mi lado…
Intento vivir mi deseo,
con la imagen del futuro…
Unos pensamientos muy esperanzadores.
ResponderEliminarUn cálido beso.