No detengo mi camino,
en ocasiones por frondosos bosques,
en otras por oscuras cuevas,
valles cubiertos de verde,
playas y ríos, montes o llanos.
No conozco las sendas,
los peligros que entrañan
o las emociones que implican.
Dudosa en instantes,
temerosa o confiada,
a cada paso descubro
que acontece el momento.
Con Tus armas me basta,
para esquivar los baches
o levantarme al caer.
Más si en ocasiones me abrumo,
y no encuentro recurso,
entre mis armas hallo
Tu voz como guía.
Soy espejo con Tu reflejo,
acción de Tu obra,
firma de Tu mano,
e insignia de Tu bandera.
Con ello me presento al mundo
y con ello te muestro a Ti.
No hay comentarios:
Publicar un comentario