Pleasure Shelter: Un ratito croquizando...

jueves, 26 de enero de 2012

Un ratito croquizando...

En ocasiones se me hace inevitable meditar sobre lo que estoy viviendo, sobre lo que ahora tengo en mi vida, sobre mi forma de relacionarme, lo que recibo y lo que doy, mis objetivos y prioridades, y por supuesto mis sentimientos relacionado con todo ello. De ese modo, poco a poco voy enlazando ideas y como dice mi Señor, dibujando mi mapa interior.

Reconozco que estos últimos días la introspección es muy elevada, tengo mucha necesidad de esa calma que me lleva a mi propia soledad, una soledad deseada y buscada donde puedo encontrarme conmigo misma y conocerme.

Hasta hace poco esa soledad me daba miedo, no me veía preparada para enfrentarme a mí misma, no sabía si sería capaz de asumir lo que intuía había en mi interior.

Quizás eso, dicho así, suene muy extraño, pero estoy segura que muchos os habréis enfrentado a esa sensación en alguna ocasión, a ese no querer ver, porque de confirmarse nuestros mayores temores no sabremos si seremos capaces de seguir con nosotros mismos, y por desgracia no nos podemos desprender de nosotros…

Ahora no tengo miedo a conocerme, es más, quiero hacerlo, aunque a veces reconozco que es doloroso, porque evidentemente no todo en mí es de mi agrado y descubrir y asumir mis propios defectos es fastidioso.

Pero tengo que hacerlo y quiero hacerlo, pues es la única manera de saber cómo es mi manera de ser, que puedo esperar de mi misma  y que y como puedo entregarme.

Esta noche, he aprovechado esa soledad, y aunque no he dormido mucho, en realidad no me ha importado, porque he estado muy tranquila paseando por mi laberinto interior, el cual aún está desorganizado y tiene muchos rincones oscuros, pero también tiene zonas donde puedo pasar largas horas entretenida viendo que es lo que allí hay y croquizar ese mapa interior.

Siento que estoy en el camino, que por fin he adquirido una serenidad que me ayuda a dar pasitos sin esa ansiedad de los primeros días, con la confianza de que puedo, y con la certeza de que tendré que esforzarme mucho, pero no me da miedo.

La verdad es que pocas veces en mi vida, me han regalado nada, siempre he tenido que luchar, cosa que hoy agradezco porque me hace ser capaz de no rendirme con facilidad.

No sé lo que me depara el futuro, ni siquiera el más inmediato, pero tengo puestas mis esperanzas en él, porque no me cierro, tengo la mente abierta, y me siento deseosa de vivirlo.

Necesito para vivirlo, tener metas, objetivos, ilusiones y gracias a lo que ahora vivo, de todo ello tengo a porrones…

Eso irremediablemente me lleva de nuevo al agradecimiento y a la necesidad de valorar lo que tengo y a hacer todo cuanto pueda por mantenerlo.

No sé si a ojos ajenos cuanto doy de mi misma, mis sentimientos, mis actos y todo cuanto soy se considera pobre, o un exceso, seguro que hay opiniones de todo tipo, de quien piensa que podría dar mucho más y de quien piensa que dando tanto acaba perdiendo su valor por acostumbrar a ello.

En realidad acepto todas las opiniones, y las agradezco siempre, dándoles su justo valor, porque al fin y al cabo, solo mi Señor y yo (en menor instancia), debemos analizarlo y ver si lo que doy es suficiente…y sobre ello debo decir que, para mí, no lo es, no es suficiente para lo que quiero dar, pero si lo es para lo que ahora mismo soy capaz de dar.

No siempre me siento orgullosa de mi misma, pero sé que cuando fallo no tengo mala intención, sino que soy humana y por ello imperfecta y en muchas ocasiones así lo muestro. No me conformo con eso, ni mucho menos, pero debo aceptarlo para trabajar sobre ello.

Y volvemos, después de tanto desvarío nocturno, a lo mismo, la necesidad de conocerme…y como soy complicadita…mejor voy poco a poco…así que…hoy hasta aquí...mañana quizás más….o quizás no…







No hay comentarios:

Publicar un comentario