Pocas veces rememoro mi infancia, porque lo que de ello conservo con mayor nitidez no me resulta placentero, pero hay algo que aún permanece en mi y que me está cautivando estos días, un bello recuerdo que me ilusiona.
Mi mirada se centraba en muchisimas ocasiones en ese interior, con no muchas cosas, pero todas significativas. Me perdía en ellas aislándome y sintiéndome feliz contemplando mis tesoros.
Creo que me sentía así porque sabía que mis secretos estaban a salvo, aquello que no podía ser comprendido ni valorado era sólo mío, y me sentía segura sin tener que justificarme ante las miradas ajenas.
Será una tontada la comparación, pero me siento así de nuevo. Vuelvo a tener esa cajita especial, ese momento íntimo al tener cositas que poder guardar, aquellas cosas que me hacen distinta, que me dan la serenidad de centrarme en mis cositas y disfrutar de ellas.
Evidentemente no son cosas físicas aunque también las hay, sino que son vivencias, sentimientos, detalles que van dando forma a mi cajita.
Me reporta muchisimo placer sentirme en comunión con los sentimientos, conseguir rellenar mi cajita de las experiencias personales que me dejan ser yo misma, y lo mejor de todo, sin tener que estar ocultándome en un rincón desconocido y pudiendo compartir con alguien todo cuanto soy, no solo sin miedo ninguno, sinó sabiendo que mi felicidad es la suya, y que así desea que me sienta.
Que sencillo resulta todo cuando se comprende, cuando se desea y se quiere no solo nuestra propia felicidad sino la del otro.
Muchisimas cosas que atesorar y muchisimo por agradecer...
YO CREO QUE TODOS HEMOS TENIDO ESA CAJITA DE LOS TESOROS, LA MIA ES UNA CAJA DE MADERA DE PUROS, DONDE GUARDABA ESOS PEQUEÑOS TESOROS Y SIEMPRE ME HACÍA RECORDAR BUENAS EXPERIENCIAS, CON EL TIEMPO LA CAJITA SE LLENÓ, Y VARIAS MÁS SE LLENARON, AUN LAS TENGO GUARDADAS A BUEN RECAUDO!!!
ResponderEliminarUN BESAZO DANA!!!
Lo bueno de estas cajitas es que son especiales para su dueño pero nada les dicen a los demás a no ser que sean compartidas...
EliminarEspero que sigamos atesorando y disfrutando de ello.
Un cordial saludo
En esta entrada tuya se nota la pincelada infantil, Dana, que la impregna de ternura y suma luego la enorme ternura que sientes por tu amo.
ResponderEliminarDisfruté leyéndola.
Besos.
Todos tenemos esa niña en nuestra interior que nos hace disfrutar de la dulzura sin temor y de aquellas pequeñas cosas que parecen sin importancia para los demás...
EliminarGracias por venir!
Besitos