Como bien debes suponer, no ha sido una noche fácil, ni lo van a ser los muchos días con sus noches que van a venir…No me apetece en realidad escribir aquí en mi refu, sino que querría hacértelo llegar de otro modo muy distinto a éste, y no se si en estos días volveré a venir por aquí, pero hoy tengo que hacerlo, porque necesito hacerlo, y porque es el único método que ahora mismo tengo.

Ayer ya hice uso de uno no permitido, soy consciente de ello, y sé que es una desobediencia grave, pero tenía que hacerlo, porque me parece más grave aún no hacerlo y dejar que creyeras todos estos días algo que no fue cierto. No podía permitirme eso…espero que perdones esa falta pero fue para confesar una peor cometida que no podía callar…

Seguramente, y tienes motivos sobrados para ello, pensarás que es otra de mis trampas, un intento de librarme, excusas o un atajo que quiero tomar, pero no es así, yo lo sé, y eso dentro del dolor me hace estar serena, porque sé que me conoces de sobras y sabes cuando tengo el corazón en la mano y digo lo que es.

Para nada tuve intención de mentir, me sentí atrapada en el momento, al límite de mi misma y salí por la única salida que encontré en ese momento, y tras traspasarla vi que era completamente errónea. Al acabar, cuando la tensión disminuyó me sentí sucia, completamente asqueada de mi misma y sorprendida por como había actuado. No me conozco, jamás pensé ser capaz de algo así, pero lo hice, y tras apenas dos segundos me dije: no se merece esto, debo confesar y asumir.

Eso hice, confesé, aunque no se si en ese espacio tan pequeñito y con los nervios fui capaz de explicarme, pero estoy segura de que debía hacerlo, era tarde, muy tarde, terriblemente tarde, pero fue cuando fui consciente, cuando vi lo que había hecho.

Quizás debiera haberlo hecho aquí pero era demasiado íntimo como para hacerlo en público y tenía la necesidad de privacidad.

Entiendo que dudes, o quizás que lo tengas demasiado claro, y por supuesto, asumiré lo que venga, y empezaré por cumplir este correctivo, porque lo merezco sobradamente, incluso sé que ahora que sabes la verdad con mayor motivo creerás que lo merezco. 

Yo no dudo, porque se lo que siento, porque es algo que he notado desde el primer día que me permitiste ir de Tu mano. Hemos pasado mucho juntos, hemos sufrido y disfrutado, pero todo tiene una única finalidad que es la que sigo deseando, y por la que seguiré luchando, mientras te queden fuerzas y me des la oportunidad.

Ahora me siento bastante decaída, aturdida por una reacción personal a la que siempre había dicho NO, así NO, porque mi sumisión no es así, no la siento ni la concibo así, porque mi entrega a Ti jamás se ha basado en eso, no es así y lo que tengo claro es que jamás volverá a ser así. 

Debí mantenerme firme, fiel a mi misma, segura de la verdad y de ese modo hubiese sido fiel a Ti, a mi promesa, a mi palabra dada, pero me pudo el momento y cedí cuando debía haberme mantenido, con sumisión, con serenidad, con docilidad pero firme y sincera.

No dudo tampoco de lo que soy, Tu me lo has mostrado y sé que Tu también lo sabes, me has dicho infinidad de veces que está en mí, que ves mi potencial, que tengo Tu mano, y sé que no la he perdido, la noto cerca, pero también sé como de cerca está perderla, porque aunque Tus sentimientos son conocidos y sentidos por mi, sé a lo que no estás dispuesto, y sé que no te tiembla la mano a la hora de ser firme, como ahora lo estas siendo.

Sé que aunque es muy difícil, es el camino que elegí y elijo, que seguiré dando pasos, que seguiré metiéndome hostias como la que me he dado ahora, pero que me levantaré de nuevo, porque no es posible rendirse, porque no puedo negar lo que soy, lo que siento y lo que quiero.

Es contigo porque es así, yo lo sé, Tu lo sabes, mejor que yo incluso, pero sé que no me forzaras a ello, que depende tan solo de mi, que es una elección personal, y aunque me aleje volveré arrastrándome a Ti, suplicando Tu perdón y Tu mano de nuevo, porque eres la jaula que quiero que me guarde, eres mi Dueño y yo tu sierva.

Noto el vinculo contigo, todo mi ser hila para reencontrarse contigo y aunque uno de esos finos filamentos se rompa en la caída hay muchísimos más, y por cada uno que esta torpe esclava estropee tejará 20 más que la unan a Ti.

Sé que para Ti también está siendo muy muy difícil, y lo único que puedo hacer es mantenerme firme, esperar paciente a que las horas que me separan de Ti sirvan para afianzar más mi sentimiento de entrega, para centrarme y dar provecho al dolor que ambos sentimos. 

Sé de Tu exigencia personal, ya no hablo hacia mí, sino hacia Ti mismo, y aunque no tengo ahora mismo derecho ninguno a pedirte nada, te suplico que seas benevolente contigo, que no te culpes de lo que yo soy única responsable, y que te quieras, que te mimes, que te cuides mucho y que sientas el orgullo de ser un buen Amo, porque aunque yo, tu sierva, falle, siento lo que siento gracias a Ti, me enfrento a este momento gracias a Ti, seguiré avanzando gracias a Ti y tambien gracias a Ti seré, algún día, una buena sumisa, la Tuya.

Yo me cuidaré, no sufras, porque ahora me toca a mi cuidar a Tu pertenencia, para que cuando de nuevo me reclames a Tu lado esté en perfecto estado, puesta  a punto para continuar e ilusionada con la oportunidad de seguir en la lucha, para gozar y hacerte gozar.

Te ofrezco mi dolor como pago, te ofrezco mi decisión como garantía, te ofrezco mi vida porque te pertenece.

Esperaré cuanto haga falta…porque me has dicho que vendrás a por mí…

Gracias mi Señor por tomarme y enseñarme…

A Tus pies.