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Esta vez no buscaré nada con lo que sorprenderte, con lo que agradarte o emocionarte, porque esta vez es todo distinto, porque nada tengo que decirte para que me sientas, porque simplemente sé que así es.

No es precisamente que carezca de valor, o que en este cumplemes sienta menos que en los demás, es más bien al contrario. En este cumplemes la conciencia de quien soy, de lo que deseo, de lo que poseo, de lo que siento, está más afianzado que nunca.

No sólo en este día, siendo éste tan solo un día más, te ofrezco mi ser, sino que liberada de la pesada carga que me impedía la entrega verdadera, el Amor incondicional y la pasión desbordada, me ofrezco a Ti, dana, tu dana, esa que ahora conoces, esa que comparte contigo más de lo que jamás soñó y menos de lo que anhela...

Me presento ante Ti de nuevo y te confío cuanto soy, para continuar y recomenzar en este vínculo especial y único que nos une.

Gracias mi Señor por darme la oportunidad, por luchar por mi y mostrarme el verdadero camino de la entrega y de la felicidad.

A Tus pies.