Pleasure Shelter: Saborear las gotitas...

miércoles, 21 de noviembre de 2012

Saborear las gotitas...

Sé que no se debe vivir anclada en los recuerdos, que forman parte del pasado y lo que debo hacer es vivir el presente, pero me encuentro estos días reflexionando sobre el tratamiento que doy y he dado a éstos.

Quizás sea porque no tuviera mucho agradable que recordar, siempre he procurado olvidar el pasado, dejarlo ahí sin darle mucho valor, intentar que no viniera a mi pensamientos o hacer un "reset" cuando alguna cosa me los traía a la mente.

Creo que siempre he catalogado los recuerdos como "PELIGRO DOLOR" y los aislaba en lo más profundo de mi ser bajo duras capas de hormigón, porque no quería que me arrastraran. 

Mi mayor miedo era justo eso...EL MIEDO. 

No quería que ese miedo me condicionara en mi día a día, que el temor de volver a sentir ese dolor hiciera que mis actos no fueran naturales, que el fracaso vivido fuera de nuevo revivido y viera que esa era mi realidad una vez tras otra. Sé que desde fuera parece sencillo, es obvio que la solución no es ocultarlo, sino enfrentarse a ello, pero como todo cuando las cosas son reales y se sufren en primera persona, no es para nada tan obvio.

Puede parecer que no, pero sé que tenerlos guardados (aunque no superados), me ha hecho continuar con mi vida, me ha hecho no pensar en aquello que fue y arriesgarme de nuevo en proyectos que me resultaban atrayentes. Si hubiese pensado en todo lo que podría ser, según mis experiencias, no me habría movido de casa, por eso, decidí dejar el pasado en el pasado y no remover la mierda.

En otros aspectos, dejarlos encerrados fue un gran error, pero no siempre se tienen las armas necesarias para combatir, para eso también hay que esperar al momento...pero ese es otro tema, del cual hoy prefiero no hablar...

Puedo decir, que cerré los ojos, me hice la loca y acallé las voces que me anunciaban sufrimiento, dolor, decepción, y que me decían que mejor me quedase como estaba, que el riesgo no merecería la pena.

Me dije que merecía sentir y dando un puñetazo en la mesa dije "PROU!". Abrí mi mente y mi corazón para aquello que sentía y que deseaba sentir.


Desde ese momento, que para los que no sepáis nada de mi vida diré que fue cuando conocí a mi Señor, empecé a vislumbrar y sentir cosas desconocidas, simples, cotidianas, pero mágicas en su porque, simplemente porque no había un porque determinado, era pura libertad de sentimientos y emociones.

Acostumbrada a controlar mi mente (que no mis impulsos), tuvimos que educarme en cosas realmente muy básicas en cuanto a emociones se refiere, llegando a abrumarme, de una forma que parecía no ser habitual, gestos que para otros pasarían desapercibidos.

Ni siquiera puedo evitar, ahora que os lo estoy contando, que mis ojos se llenen de lágrimas, lágrimas de esas ricas, de esas que no pienso (a no ser que me priven de ello) dejar de derramar porque rebosan debido a que mi corazón está lleno de gozo.

Mi Señor sé que ha sufrido mucho al ver esas lágrimas, porque sé el significado que tienen para Él y no dejan de tener un componente triste, pero aunque no pueda quitarle la razón, también debo decirle que, por fin, tengo una cajita de recuerdos que puedo abrir, una que deseo de vez en cuando volcarla toda sobre la cama, sentarme en medio de todo y revolverlo, tirarlo hacia arriba mirando como cae de nuevo sobre mí, abrazarlo y gritar fuerte.

No tienen porque ser grandes cosas, pero son mis cosas, nuestras cosas, regalos que la vida me ha traido, independientemente de se lo merecía o no, detalles que guardaré ya para siempre en mi ser, y que me dan cada día motivos para continuar, que me hacen ilusionarme por un mañana que deseo vivir con todas mis fuerzas.

Sé que no se entendían mis ansias, que todo el agobio que tenía era desproporcionado, irracional incluso, pero no quería perder eso que por fin había hallado, y me volví un poco loca intentando sentirlo de nuevo, retenerlo, absorber más, como un gato cuando no ha comido en días y se le presta la ocasión de un buen banquete, y entonces come con ansias aunque llegue a vomitar para seguir comiendo....porque ¿cuando podrá volver a comer?

Aunque no quisiera, mis experiencias me condicionaban, aunque las ocultaba estaban y he tenido que ir viendo pacientemente que no por darme un atracón momentáneo saciaba mis necesidades, sino que era algo más pausado, y que de ese modo que actuaba tenia mas probabilidad de perderlo, a pesar de luchar contra ello.

Estoy aprendiendo muchísimo, empezando a sentir que es posible, a calmarme y tomarme las cosas de otra manera, y ciertamente es todo más sencillo cuando dejas de lado el miedo y empiezas a confiar, a ver que simplemente es, ¿porque no tendría que ser?

Puedo saborear las gotitas que se me dan, y aguardar a las siguientes, porque sé que todo llega tras la espera paciente, y puedo entonces disfrutarlas de nuevo y guardar su recuerdo para seguir disfrutando en la siguiente espera.





8 comentarios:

  1. HAY RECUERDOS BUENOS Y RECUERDOS MALOS Y DOLOROSOS,,, PERO SON ESOS MALOS, LOS QUE NOS ENSEÑAN A DISFRUTAR Y CONOCER EL VERDADERO VALOR DE LOS BUENOS...
    UN BESAZO DANA!!!

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    1. Tienes mucha razón en tus palabras, saber valorar lo que poseemos suele venir precedido por no haberlo tenido antes, por eso mis lagrimas ricas pueden entristecer, porque significa que antes no tuve aquello que ahora se me da, pero me siento feliz por tenerlo ahora, por disfrutarlo y vivir la vida del modo en que ahora puedo hacerlo...

      Así que...mientras se pueda a vivirla a tope..

      Un cordial saludo

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  2. :) Es un hermoso camino el que describes. ¿Quién dijo que lo bello sería siempre fácil de alcanzar?

    Besos

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    1. En todo camino hay tramos mas duros que otros, subidas, bajadas, bosques teebrosos y prados de flores, para llegar a uno has de pasar previamente por otro sin saber nunca que hay en el siguiente tramo...esa es la gracia de la vida, el riesgo, la aventura y la esperanza...

      Nadie dijo que seria fácil, al contrario, pero vale la pena...ahora se que si, que es posible, que existe algo mejor...

      Un fuerte besin

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  3. Preciosas las ultimas líneas de tu post, disfrutar de cada gota y sentir la ilusión de esperar por mas...... eso te crea esa sensacion de continuidad, de permanencia, de acumular emociones maravillosas, sensaciones enriquecedoras que mañana llenaran ese pequeño cofre de bonitos recuerdos, un placer leerte, tus palabras son hermosas y desbordan humanidad.... un gusto visitarte....

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    1. Gracias yara, para mi es un placer poder compartir con vosotros mis locos pensamientos y sensaciones, porque aunque parezca que este sola en el refu y tan solo escribo mis desvarios, hay gente con sensibilidad como la tuya para apreciar el fondo que tras ello se encuentra... simplemente es eso...mi humanidad, mis sentimientos, mis emociones, mi día a día, tal y como lo vivo lo comparto.

      Me encantaron tus palabras, espero verte muuuucho por aqui

      Un besin

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  4. Pasado pisado, que dicen los argentinos!! yo guardo los recuerdos malos en una caja con llave y los archivo en un pasillo remoto de la memoria, pero no intento olvidarlos porque son parte de mi y gracias a ellos he aprendido algo siempre. Somos lo que hemos vivido, bueno y malo, eso nos va dando forma y no podemos renunciar a ello, a nuestras experiencias pasadas, pero si obligarlas a no molestar más de lo estrictamente necesario (y que fácil dicho asi jejeje).

    Besitos de hoy y para hoy!!

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    1. Somos lo vivido, por eso me esfuerzo por vivir de la mejor manera posible, para desgastarme en la belleza de la vida, porque ella misma ya se encarga de poner piedras en nuestro camino (aunque a veces parecen montañas de gordas)...

      Yo tambien guardaba los malos recuerdos pero muchos de ellos sin haberlos gestionado y esos son como el ajo que no paran de repetirse...

      Gracias por pasarte y leerme...
      Besitos!!!

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