Pleasure Shelter: Examen

viernes, 11 de enero de 2013

Examen

Por mucho que digamos o intentemos disimular, todos somos como somos, y aunque evidentemente evolucionamos, porque el tiempo y las experiencias acontecidas nos llevan a ello, no podemos desprendernos de aquello que nos ha forjado o que forma parte de nuestro hacer.

Seguro que os estaréis preguntando a que me quiero referir hoy con esa reflexión, pues os lo explicaré...

Anoche fui consciente, al menos de un modo distinto, de algo que desde la infancia ha formado parte de mí, imagino que en parte por mi carácter exigente y en parte por la educación recibida.

Justo al acostarme, de forma rápida, acuden a mi mente los actos más relevantes del día, podríamos llamarlo (aunque no me gusta mucho por la connotación que se le suele dar) "examen de conciencia", y ayer, para no perder la costumbre, cuando mi cabecita reposó en la almohada mis actos vinieron a mí y quiero compartirlo con vosotros, no porque tenga especial relevancia el qué pero si el cómo...

A grandes pinceladas así transcurrieron por mi mente...

"Hoy me levanté muy contenta,  porque es jueves y tengo un motivo extra para sentirme especial, eso está muy bien, pero a lo largo del día he dejado que esa ilusión se convirtiera en nerviosismo, y aunque el fondo es bueno, ha hecho que esté excitada emocionalmente de más, y cuando eso ocurre, no mido mis energías y como suele pasarme pierdo el equilibrio.

No me ha gustado como me he portado con mi Señor, he estado centrada en mis locuras y poco atenta con Él, no he sabido medir mis impulsos y le he obligado a adquirir una actitud más adusta para conseguir ubicarme en el lugar del que nunca debí moverme". 

En condiciones normales, mi forma de hacer habitual hubiera sido quedarme aquí, o mejor dicho no salir de aquí y entrar en un bucle de decepción personal por los actos mal llevados, del que difícilmente salgo hasta caer rendida de sueño...

Por esa evolución que comentaba en las primeras líneas, no me quedé ahí, y sé que ésta no es la primera noche que me ocurre, sino que llevo ya algún tiempo con una mutación de ese examen de conciencia, llevándolo a valorar otros aspectos que antes consideraba inútiles, porque creía que para lo único que servía era para mejorar aquellos aspectos negativos de mi carácter, pero ¿Realmente así me servia?

Continué con mi examen aproximadamente del siguiente modo:

"Es cierto que no me puedo sentir nada orgullosa de como me presenté ante mi Señor y como en esos momentos iniciales no calibré mi ímpetu. Puedo dar gracias de que mi Señor me frenase desde inicio, y no me dejase coger la carrerilla que suelo pillar dejando que al final me estampase, pues sé que ese es el inevitable final cuando ese es mi ánimo. Si hubiese querido lo hubiese tenido muy fácil para castigarme, pero en vez de eso me ayudó con su actitud a darme cuenta y me dio la oportunidad.

Pero también es cierto, que en cuanto me mostró su desacuerdo frené en seco, supe que tenía toda la razón, se lo reconocí y lo más importante, me lo reconocí a mi misma y procuré modificar mi actitud, reconducirme para que no fuese a más. Sentí ese dominio de Su parte y aunque sentía la tensión y la pena por obligarle a tomar medidas, por haberle disgustado con mi actitud,  acogí Su corrección con agrado, sabiendo que no tenía porque hacerlo, sintiéndome afortunada por Su inestimable guía.

Esto debería ser siempre así, pero debo reconocerme a mi misma que no siempre ha sido y es así, y ya que mi Señor quiere que trabaje el orgullo por ser sumisa, este es uno de los motivos por los que puedo sentirme orgullosa, porque he sido capaz de abandonar la altivez que siempre mostraba cuando era corregida, tuviesen razón o no, para asumirlo como me corresponde, de forma muy muy natural.

También hoy, puedo sentirme orgullosa porque he realizado mi tarea del jueves con especial esmero, con plena conciencia de lo que estaba haciendo, con mucho sosiego y muy feliz por estar obedeciendo a un deseo de mi Señor, sintiendo un gran gozo al cumplirlo, sabiendo que así es especial para ambos. 

Por temas personales he llegado muy tarde a casa, y aunque tenía mucho sueño y realmente me daba una pereza terrible ponerme a realizar las tareas pendientes, no me he escudado en eso, y superando todas las tentaciones que acudían a mi mente, y me puesto a ello, esforzadamente como prometí en acometerlas con plena conciencia de lo que estaba haciendo, para que así den los frutos deseados"

Debo decir que tras este examen me quedé tremendamente tranquila, y aunque por supuesto seguía sin sentirme orgullosa de la actitud mostrada ante mi Señor, lo asumí como parte del proceso y lo guardo desde ese momento como muestra de aquello que debo trabajar, sin causarme desasosiego sino como pauta para tener muy muy en cuenta. 


Sé que los hábitos no se modifican de hoy para mañana, que seguramente cuando vuelva a sentir ese ánimo desbocado tendrán que volver a pegarme un tirón para frenarme, pero también sé que siendo consciente y aceptando mi facilidad para desviarme del camino cuando así me hallo, y a fuerza de insistir en su contención conseguiré adelantarme y que poco a poco ese ímpetu no se adueñe de mí.

También he visto, y esa es la diferencia que he observado esta vez, que siendo consciente y no esquivando las cosas que hago bien, puedo ser capaz de sentirme satisfecha por mis logros y no caer en esa amarga sensación que me pospone la posibilidad del avance.

No es cuestión de ver solo lo negativo, sino de verlo y apoyarme en lo positivo para corregirlo.

En definitiva, me siento orgullosa de mi misma, no porque sea perfecta y lo haga todo bien, sino porque estoy empezando una etapa de madurez en la que soy capaz de ver mis fallos pero también mis logros y hacer de la fuerza que estos últimos me otorgan mi lanza para combatir aquellos aspectos de mi que no me aportan nada bueno.

Este avance en si mismo, que por supuesto tengo claro que lo es, no es algo que me deba sólo a mi misma, sino que detrás, o mas bien dicho, delante de cualquier modificación, mejora o avance se halla la valiosísima mano de mi Señor, que siempre vela mis pasos, para que estos se realicen en la dirección correcta, permitiéndome así mi crecimiento personal y como sumisa.

Disculpad el rollo que he metido hoy, pero necesito, me gusta y quiero dejar en mi refu reflejo de mi dia a día....

Feliz día a todos y gracias por soportarme!

4 comentarios:

  1. HAY HÁBITOS QUE CUESTAN MUCHO DE CAMBIAR,,, PERO POCO A POCO TODO SE VA APRENDIENDO,,, Y SI SUSPENDES EL EXAMEN SIEMPRE PUEDES VOLVER A REPETIRLO.

    UN BESAZO DANA Y FELIZ FIN DE SEMANA!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. En esta vida se debe evolucionar, buscar como sentirse uno mejor consigo mismo y, yo almenos, el mejor metodo que encuentro es el examen diario de mi dia a día, simple dia a dia pero que encierra en si todo...

      Gracias por tus palabras y por tu visita

      Un cordial saludo

      Eliminar
  2. Me gusta eso del examen de conciencia desde tu descripción claro, es una buena costumbre repasar nuestros actos y ver que hemos hecho a lo largo del día, creo que nos ayuda a ser conscientes de nosotros mismos. Y si encima aprendemos de lo hecho, como tu esta vez, pues genial no?
    Jeje.... me gusta verte avanzar en tu camino....y aprender de ti aunque no te lo creas...pero sobre todo me gusta leerte...sentirte a través de tus letras ... :-D

    Besines!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como le he dicho a Lord Shadow es la unica forma que encuentro...quizas haya mejores pero es algo que desde pequeñita he hecho y ya está en mi como un hábito, aunque claro está que se pueden modificar, y como en este caso, buscar hasta en esto como podemos sacarle un mayor provecho...

      Me alegro que quieras seguir compartiendo conmigo estos pequeños avances...y aprender?...`pues no me veo yo enseñando nada, pero si tu tienes esa capacidad...enhorabuena!!!

      Besines y disfruta del finde!

      Eliminar