Sereno

Siento esa brasa que arde en el interior, como una llama siempre encendida, a veces me parece que puedo incluso verla brillando en mi, con sus colores azules, rojos, naranjas y amarillos, con ese pequeño balanceo que me mece y con esa fuerza que el fuego siempre me concede.

Podría pensar que son mil cosas, incluso algo físico pues a veces lo parece, pero me di cuenta de que cuando estás Tú es mucho mas intenso, la llama crece, me quema y su parpadeo se acompasa con el ritmo acelerado de mi corazón.

Te pregunté por su existencia y me instaste a conocerla por mi misma, quedándome pensativa sin saber bien como saber de ella, pero cuando me abrazaste en la cama tras aquellas palabras, ella también me abrazó, recubriéndome y meciéndome como una cálida canción de cuna.

Me abandoné en Tus brazos, sentí mi cuerpo junto al Tuyo ajustándose a la perfección a Tus formas, uniéndome del modo en que Tu deseaste hacerlo. 

En mi mente la única idea de complacerte iba mas allá de las palabras y aunque no sea capaz de describirlo, sentirlo hizo que esa pequeña llama detonara y nos cubrió a ambos mientras permanecimos unidos.

Dejé que me abrasara sin quemar, que ardiera el deseo y el sosiego mezclado en un mismo instante, y no tuve que preguntarme absolutamente nada para comprender que era aquello que estaba ocurriendo, porque era natural sentirlo y pensé que todo cuanto pudiera decirte sobraba.

Te contemplé pero ya dormías, deseaba conocer si Tu también lo sentías, y no dudé de que así fuera, tan solo me di cuenta de que formaba parte de Ti desde hacía tanto tiempo que no te sobrecogía su presencia, sino que dejabas que su dulzura te atrapara y disfrutabas de ello.

Imagino que el tiempo hará que esta marca forme parte de mi interior y quizás, aunque hoy lo dudo, me acostubmbre a ser portadora de esta llama.

Ya sé lo que es!!!...al prestarle un poquito de atención lo vi claro...

Hay un montón de cosas en mi cuerpo que me hacen reconocerte en él, cosas que se ven a simple vista y que aunque nadie sepa su significado me identifican como Tu esclava, otras en cambio están algo más ocultas pero al mirarme en el espejo me recuerdan mi compromiso.

Estas cosas son estáticas, inanimadas, simples marcas físicas, símbolos de mi entrega, y aunque para mi son realmente importantes, me encanta contemplarlas y ser consiente de porque están donde están, al final solo son detalles que si no estuvieran yo sería la misma.

Ahora bien, esta llama que te mencioné, la has puesto Tú, no sé desde cuando está, quizás desde el principio pero mi propio ruido hiciera que no la supiera escuchar, quizás desde hace pocos días y aunque no supiera reconocerla la sentía, pero ahora la entiendo, ahora sé que es un testigo que Tu has puesto en mi interior, una marca que nadie más puede ver ni sentir y que nadie más que Tú puede quitarme.  

Sé que significa que te pertenezco, permanece siempre encendida alumbrándome y dándome calor, a la vez que me marca como de Tu propiedad y en cada instante me recuerda qué y de quien soy. Por eso mi Señor cuando Tu estás cerca se magnifica, haciéndose extensiva a todo mi ser y cuando Tu no estás en presencia está como un sereno en la noche, siempre atenta, siempre indicando mi lugar.

En otro momento de mi vida me hubiese dado vergüenza contarte algo así, tan surrealista que muchos podrían burlarse, pero en este instante sé que eres capaz de comprender mis emociones y aunque mi forma de expresarlas sea un tanto extraña, sé que mi forma de sentirlo es como deseas que sea, y no me cuesta confesarte mis sensaciones, por muy absurdas que puedan parecer al ser contadas.

Siempre había pensado que al sentir algo así me asustaría y saldría corriendo, pues bien sabes que siempre he sido independiente y creía que una marca así me haría perder mi libertad, pero en este caso de nuevo descubro cuan equivocada estaba, pues le daba más valor a mis propios temores que a la realidad de mi esencia.

No me asusta mi Señor, para nada mi ser desea huir, sino más bien al contrario, deseo salir corriendo pero hacia Ti...Quiero que esa llama permanezca con toda su luz, se mantenga siempre en mí, pues no coarta mi libertad si yo libremente elijo que así sea, si yo con pleno conocimiento decido atarme a Ti en este vínculo, y con certeza así es.

Hay cadenas físicas que pondrían a Tu merced mi cuerpo, pero sólo sería eso, pero de este modo posees mi esencia, algo que tiene mucho más valor que el cuerpo que a no mucho tardar envejecerá, y aunque también deseo que lo haga estando a Tu lado su valor irá menguando...

En cambio mi Señor, mi esencia siempre será rica en entrega, siempre fiel a ella misma permanece sometida a Ti porque de ese modo brilla como la llama que en mí has puesto...mientras así lo desees.

Gracias mi Señor por alimentar aquello que soy y dejarme evolucionar sirviéndote..