Pleasure Shelter: Tontina...

domingo, 6 de enero de 2013

Tontina...

Después de la noche en vela, una vez esfumado el nerviosismo de la ilusionante espera, puedo recogerme y sosegar mi ánimo. Puedo decir que necesitaba ya volver a la tranquilidad, al reencuentro conmigo misma y a mi calma interior.

Han sido días de centrarse en otros aspectos, aunque no se descuide del todo nada de lo que soy y siento, pero hay que saber disfrutar de cada momento, de lo que acontezca y nos ofrezcan los días, y como se sabe son fechas especiales, días en que hay que cuidar otros instantes, también importantes, también dignos de ser disfrutados....

Pero debo reconocer, que hace un rato, cuando el nivel de emoción ha descendido, cuando todos ya se han puesto a sus cosas, empecé a ver con una mirada más distante, como si se tratase de una escena ajena a mí, y aunque lo que observaba era bello y me hacía sonreír, sentía también la necesidad de recogerme en mi misma, de saciar otro deseo, uno que nadie de los que me rodea podría llegar a comprender, porque es tan personal que tan solo yo sé discriminar.

Nadie me prestaba atención,estaban todos distraídos en aquello que hacían, y no pude dejar escapar la oportunidad que se me brindaba...

Parece como si al encontrar el momento todo mi ser se dispusiera, como si la necesidad que me apremiaba pudiera ser cubierta con el simple deseo de hacerlo, así que lentamente me alejé del ruido, me perdí entre el silencio y pasé desapercibida ante las miradas que habitaban. En mi cálida habitación, me arrodillé, cerré los ojos y dejé que me invadiera aquella necesidad. 

Sentí como lo había echado de menos a pesar de no ser consciente de ello, y lo mucho que necesitaba sentir ese abandono de emociones. Rápidamente me invadió Tu presencia, y sentí que te añoraba muchísimo, que Tú, ajeno a mis sentimientos, debías estar enfrascado en tus quehaceres, pero de igual modo me tenías postrada para Ti, esperando que de algún modo, la conexión que tengo contigo te hablara de mi actitud, te mostrara el deseo que estaba albergando.

No pretendía en realidad llamar Tu atención, no quería distraerte de aquello que te ocupaba, pero si que te llegara la vibración de mi sometimiento, que sintieras en Tu corazón esa corriente de energía, y pudieras sentir que me tenías deseándote, que me invadía el sosiego de estar en mi posición, que mi mente estaba en blanco para ser dibujada por Tus anhelos, y mi cuerpo completamente dispuesto para Ti.

Me perdí en esa necesidad que siento, de la cual cada día soy más consciente que poseo y, observé en mi interior, reencontrándome de nuevo con la dulce sensación de aceptarme, de quererme y mostrarme orgullosa en mi sumisión.

No sé cuanto rato he estado postrada ante Ti, sin Ti pero para Ti, para mí, porque es lo que necesitaba, porque es como puedo saciar mi anhelo de servirte, aún cuando no estás.

En ese momento, sentí que estabas observándome, y me sobrecogió la emoción de estar muy cerca de Tu piel, pero tras unos segundos, cuando no oí Tu respiración, cuando mi piel no era acariciada, me di cuenta de que no estabas, y ansié que fuese una realidad, que lo que sentía en ese momento fuese ofrenda para Ti, y no solo alimentase mi deseo sino que diese vida al Tuyo, y deseé que pidieras mi dolor, que cogieras las riendas de ese instante y no fuese mi egoísmo el que reinase sino el abandono real, sin otra opción que satisfacerte.

Quizás pienses que me puse tontina, y no te equivocas, sí, pero una tontina feliz de serlo, una tontina emocionada por sentir el deseo invadirla y una tontina entregada, que te ofrecía sus ansías y su contención, porque al final lo que necesitaba desde un primer momento era sentir mi sumisión, y Tu me has enseñado que la manera de hacerlo es dándote aquello que más me cuesta, y hoy...me cuesta estar sin Ti, hoy me cuesta no estar ante Tu mirada...

Y así, de ese modo, adquirido gracias a Tu instrucción, me sacio y me reencuentro con mi yo...

Al levantar mi mirada me siento orgullosa de haberme acogido a Tus enseñanzas, de haber luchado por comprender aquellas cosas que parecían imposibles y por disponer de las armas suficientes para entregar aquello que no parece digno pero me hace ser consciente de la fortaleza que tengo, y del valor real de mi sometimiento...

No te pongas triste mi Señor, sí te añoro mucho, pero hacerlo me da la oportunidad de ofrecertelo y sentir con ello aquello que tanto anhelo...seguro que Tu me comprendes...

Ante Ti postrada permanezco.





6 comentarios:

  1. QUE ESTAS TONTITA, Y QUE??

    TONTO ES QUIEN DICE Y HACE TONTERIAS,,,,, Y LO TUYO NO SON TONTERIAS, SON SENTIMIENTOS.

    UN BESAZO DANA!!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Si...pero aunque sean sentimientos...me ponen tontina...jijij

      Un cordial saludo

      Eliminar
  2. Precioso momento ese..ademas de contarlo de esa manera delicada e intima lo hace mas tierno..
    Ademas, espero que algún regalito mas( ese sentimiento es todo un regalo) tuvieses en este dia..no se..una muñeca, una bici, unos zapatos, esa colonia con forma de "se abre el circo de posibilidades infinitas de estas Navidades!!!)..
    Un bacci y un placer leerte.
    Shasha

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Me alegro que te haya te gustado aunque debo decir que la belleza del momento se halla en la conciencia y la contencion de las ansias, cosa que de inicio no resulta sencillo...

      Regalitos...pues...no fueron los Reyes los que me trajeron regalitos...porque ni uno me dejaron...pero mi Rey si me concedió el mejor regalo que podía desear...asi que contenta!

      Un cordial saludo!

      Eliminar
  3. Eso es lo que falla a much@s sumis@s... un autentico y profundo sentimiento de comprensión de su propio ser, ese sentimiento que los inspire a "hacer mas" de lo que sus Amos les ordenan. Indudablemente tu Amo es envidiado por muchos, de poseer una sumisa tan pura como tu.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. A todos nos falla...como todo requiere paciencia, dedicación y una instrucción firme por parte de nuestro Dueño para ir aprendiendo siempre un poquito más...

      Puedo asegurarte que no tienen nada que envidiarle, pues para nada es facil llevarme y enseñarme el camino que debo seguir, aunque te agradezco el cumplido.

      Un cordial saludo

      Eliminar