Pleasure Shelter: Infalible

viernes, 12 de abril de 2013

Infalible

Me llama la atención la idea que se desprende, supongo que de nuestra actitud, de que consideramos a nuestros Amos infalibles, que creemos que nunca se equivocan y que los endiosamos.

Quería hablaros de mi forma de entenderlo, aunque por supuesto, habrá de todo y mientras no interfiera en los demás es completamente respetable.

Ya he dicho en varias ocasiones que soy una persona de carácter, que nunca he necesitado que me digan que hacer puesto que he sido capaz, hasta el momento, de tomar mis propias decisiones y asumir las consecuencias que de ellas se hayan desprendido.

Sé que hay quien busca en la Dominación alguien de quien depender, que necesitan no ser responsables de ellos mismos y de ese modo se descargan de lo que para ellos supone una pesada carga, teniendo siempre a mano la liberación emocional de no tener la culpa de nada porque no toman decisiones.

Por supuesto hay quien por convicción, tanto Dominantes como sometidos tienen esa necesidad, pero aunque en muchas cosas las decisiones evidentemente sean del Amo, yo lo veo más como un equipo, donde cada uno tiene sus propios quehaceres, y de ello sus responsabilidades y sus beneficios.

Cada uno sabe el lugar que ocupa, que es aquello de lo que debe encargarse y la parte sumisa debe saber también lo que se espera de ella, que y cuando debe ceder el mando sin opción posible ni queja. 

Sinceramente, a mi no me motiva una dominación que represente mi anulación, donde mis capacidades fuera de la pura obediencia no importen y tan solo pueda aportar a mi relación el "si mi Señor" porque todo lo demás carece de valor. Creo que un buen Dominante tiene que ser capaz de ir conociendo a su sometido, viendo que virtudes tiene para que puedan servirle de apoyo en su entrega y en su día a día, y a la vez, que deficiencias atesora para tratar de ayudarle a disminuir los efectos de éstas también en su sometimiento y en su cotidianidad.

El ir conociéndose mutuamente es imprescindible, saber los momentos en que se puede aportar, cuando es lugar y tiempo de obedecer sin cuestionar y cuando hay que pensar por uno mismo para avanzar en los retos y metas que nos proponemos. Es para mí un camino de crecimiento junto a una persona que te complementa, que siente contigo, y ser un autómata, es para mi la vía más directa al fracaso, porque sin voluntad y decisión, sin plena conciencia de aquello donde te has embarcado acaba generando vacío y frustración por ambas partes.

Está clarísimo que toda relación se basa en la confianza, y ésta mucho más si cabe, porque donde hay recelo no puede haber entrega, pero también creo que hay que tener la cabeza bien amueblada y ser consciente de que nos estamos entregando a una persona, y que, aunque evidentemente al decidir entregarnos creamos en su buena intención, las equivocaciones van asociadas a nosotros mismos, está en nuestra naturaleza errar.

Presuponemos que el sometido va a fallar en su camino pero no pensamos siquiera en los errores del Dominante, y no debemos perder de vista que al igual que nosotros se va a equivocar. No es nuestra función estar analizando esos errores y mucho menos criticándolos, pues son ellos los que nos guían a nosotros, pero basándonos en esa confianza que todos decimos tener, no pasa absolutamente nada si hablamos con Ellos, con dulzura y comprensión, de aquello que para nosotros es un error de nuestro Amo (cuando sea el momento propicio), aunque seguramente no sea necesario porque por su propio carácter exigente ellos mismos suelen darse cuenta sobradamente y rectifican en aquello que fallan.

Abogaba al principio de este escrito que es nuestra actitud la que suele llevar a la idea a los demás de que idealizamos a nuestros Amos, y yo soy la primera que lo hago, pero no porque crea que mi Señor es infalible, sino porque acepto nuestros fallos como algo natural, y sobretodo porque cuando se comparte con alguien algo tan personal, cuando se confia de esta forma para hacer realidad los deseos más íntimos es inevitable que haya cositas que fallen.

No hay que olvidar, de todos modos, que los errores afectan, los nuestros a Ellos y los Suyos a nosotros, y que Sus descuidos pueden tener una afectación mucho mayor en nosotros, y por eso, deben ser muy cuidadosos porque no olvidemos que ciertas prácticas comportan riesgos (más o menos elevados), y hay que ser siempre prudentes, sin emperrarnos en acometer aquello que deseemos a lo loco sin la precaución que merece.

Todos, quien más quien menos, (no creo que sea posible de otra forma), se ha equivocado en sus formas o en su desarrollo, y no es cuestión de magnificar su importancia, porque todos sabemos a que estamos jugando, pero tampoco hay que obviar su existencia, para que de ese modo no nos confiemos en exceso y descuidemos aspectos que son fundamentales, y aprendamos de nuestros errores.

Un Amo que reconoce sus fallos no es menos Amo, sino que ante su sometido crecerá al mostrar su humanidad y será respetado, aumentando mucho más la confianza hacia Él.

Seguro que más de uno se está diciendo ahora....¿y entonces porque no has hablado nunca de los fallos de tu Amo?... fácil porque...es PERFECTO....jijjijji....¿os lo habéis creído después de todo lo que he dicho antes?....que no es esooooo....;)

La respuesta real es sencilla, pues como se dice...."la ropa sucia se lava en casa"...y me reservo para nosotros aquellos fallitos que haya podido haber porque forman parte de nuestra intimidad, pero también debo decir que los aciertos, los detalles, los logros, los sentimientos positivos son muchos más que los fallos, lo cuales quedan en la insignificancia, y decir también que gracias a ellos y a nuestra comprensión mútua nos han servido para labrar un vínculo que cada día siento más sólido.

He aprendido mucho al ver como mi Señor me exige a mi un esfuerzo pero Él también se lo aplica para mejorar como persona, y debo reconocer que me enternece a la vez que me entristece cuando cree haber fallado en algo, cuando le afectan los errores cometidos, cuando se preocupa por ver que ha sucedido, como solucionarlo y por como me afecta a mí, y por ello, deseo que rápido pase ese momento, ver como podemos continuar y poner todo de mi parte para que aquello salga bien la próxima vez y podamos seguir disfrutándonos.

Así pues, nadie es infalible por muy Dominante que sea, pero saberlo y darle su justo lugar hace que la confianza se afiance y nos reconozcamos como parte de un todo, con sus logros y sus fallos...¿no es eso lo natural en cualquier relación?

Quizás endiosemos a nuestros Amos, pero no porque no veamos sus defectos sino porque sus virtudes son muchísimas más y hay que disfrutarlas...y como decía William Shakespeare:

"Sufrimos demasiado por lo poco que nos falta y gozamos poco por lo mucho que tenemos" 



2 comentarios:

  1. Muy cierto!! Todos erramos, forma parte de la naturaleza humana. Pero la grandeza de un Dominante, igual que la de un sumiso, desde mi humilde e ignorante opinión, está en no tener miedo a reconocer ese error, aprender y corregir, y no darle más importancia de la debida ni menos tampoco. Pero es que esto es de aplicación a cualquier relación y no te hace menor el reconocer tu fallo, al contrario. Y además tienes razón en decir que así se aumenta la confianza y se crece como pareja y como individuo.

    El truco está en encontrara tu tornillo no??

    Me ha gustado tu entrada, para no variar me haces pensar...y eso gusta jejeje!!

    Besines pensadores!!

    ResponderEliminar
  2. ES DE SABIOS RECONOCER LOS PROPIOS ERRORES...
    UN BESAZO DANA, BUEN FIN DE SEMANA!!!

    ResponderEliminar