Cuando llegas a casa de trabajar, todo está aparentemente en orden, la cena preparada para saciar Tu hambre y disfrutar del merecido descanso.
Cenamos en armonía como si nada ocurriera, hablamos, nos miramos, y se cuela entre medio todo aquello que ambos sabemos perfectamente. Es un lenguaje sutil, contenido, pero altamente erótico en su espera.
Mi cuerpo se prepara, mi mente ya disfruta de las fugaces sensaciones que se dibujan sin olvidar el momento presente.
Jugueteas con mi deseo como si no supieras que me muero de ganas de unos azotes, llevándome al límite, sabiendo que en unos segundos más estaré suplicándote esos azotitos tan ricos...
Recogemos la mesa y mientras friego los platos las caricias y provocaciones me enloquecen...
Pronto me reúno contigo en la sala de estar y....
Con ese liguero seguro ligas.
ResponderEliminarSaludos
Casi siempre lo que más importa es la actitud y no tanto la indumentaria, aunque suele ayudar...
EliminarPrecisamente no estaba yo pensando en ligar como comúnmente se entiende, sino en algo mucho más atípico y para mi placentero...pero...ya se verá...;)
Un cordial saludo
ESO, ESO A RELAJARSE TRAS UN DURO DIA, JEJEJEJE...
ResponderEliminarUN BESAZO DANA!!!
para todo hay tiempo...cada cosa en su momento...o mejor dicho en SU momento ;)
EliminarUn cordial saludo