Pleasure Shelter: Sé que parecerá obvio...

jueves, 15 de agosto de 2013

Sé que parecerá obvio...


Muchas veces se confunde el juego de poder con la sumisión porque quizás la linea sea tan delgada que a simple vista parezca inexistente, y en ocasiones es realmente confuso, sobretodo al despertar en la sumisión, comprender que es lo que sentimos, porque lo sentimos y como lo sentimos...

En esos inicios, en el descubrimiento de nuestro particular sentir, como en muchas otras cosas, la "prueba-error" es lo que define la tónica, poco a poco vamos usando todas las cartas que conocemos, apostamos por un determinado comportamiento, observamos las reacciones del "contrincante" y después, valoramos las reacciones obtenidas en nosotras mismas (hablo en femenino por comodidad pero serviría igual a ambos sexos).

Tan solo intuimos aquello que queremos sentir, tenemos pequeñas muestras en ciertos momentos que se acercan a nuestro deseo y nos causan gran placer, pero no sabemos como mantener ese estado, como hacer de ese sentir nuestra forma de vida, y en esa ansia por conocer y atesorar nos lanzamos a una aventura, que puede ser apasionante pero también peligrosa, por conseguir ubicarnos y disfrutar para siempre de lo que nos reporta bienestar.

Todos somos distintos, nos motivan situaciones y sensaciones distintas, y no hay otro truco para ello que ser muy sinceros con nosotros mismos e ir viendo y aceptando nuestra propia forma de sentir, sin hacernos de menos por ser diferentes a los demás ni tampoco más, precisamente por el mismo motivo.

Incluso dentro del BDSM, todos somos distintos, hay quien goza de la "sumisión inducida", de ese juego de poder que se consigue mediante la provocación, la insolencia, el desaire, para que su pareja de juego la ponga en su lugar y causar ese estado de sumisión que le libera y le da placer.

Hay, en cambio, quien disfruta de una sumisión interior, consiguiendo su placer mediante la obediencia y la entrega de aquello que su pareja le reclama, viéndole satisfecho y complacido.

En ciertos momentos, estos comportamientos son similares, las sensaciones obtenidas pueden ser las mismas, pero dependiendo de las particularidades de cada uno, pueden ser completamente distintas y donde una encuentra placer máximo otra se desinfla y se siente vacía.

Ninguna de las opciones existentes, muchas más de las dos que yo he mencionado, son mejores que el resto, nadie es mejor (ni debe sentirse así) porque sienta de un modo o de otro, y menos en este caso, que eso de los grados está de más cuando lo que se siente y se quiere es disfrutar de una forma de sentir personal y compartida con quien la disfrute a nuestra vera.

Hablaré ahora de mí, para tratar de explicarme un poco mejor...

Como todas, yo sentía una necesidad de expresarme de una manera distinta a la convencional (por decirlo de algún modo), aunque tampoco conocía con exactitud como era mi propia forma de sentir. En ciertas ocasiones, aisladas, sin nada aparentemente relacionado con mi intimidad, sentía excitación, placer, y extrañada por tan atípicas reacciones, decidí investigar un poco para satisfacer, en primer lugar mi curiosidad, y si se terciaba mi necesidad...

En ese descubrir fui viendo y sintiendo, aunque sin implicarme emocionalmente, diferentes formas de entender la D/s o en general el BDSM, y cuando algo me impactaba o me conmovía profundizaba algo más para conocer si aquella era mi forma.

Muchos fueron los momentos en que creí que ese era "mi rollo", también es cierto que, incluso pensé que ninguno de ellos se adaptaría a mi forma exactamente y que tendría que acabar aceptando aquello que más se le pareciera, resignándome a vivir con algo parecido a mi sentir...

En uno de esos intentos, traté el tema de los juegos de poder, pensé sentir lo que buscaba en esa lucha, en esa provocación que me llevaba a sentirme, por las consecuencias acaecidas, sumisa...

Confieso que fue bastante horrible para mi, porque si bien es cierto que conseguía por unos instantes la sumisión que necesito, el vacío y la desolación que sentía instantes después era aterrador, y solo me quedaba la opción de volver a la carga para sentir de nuevo ese pequeño espacio de sumisión o prescindir de ello por no querer asumir el desconsuelo posterior.

Sin duda la búsqueda de una misma es realmente fastidiosa, sobretodo cuando nada sabes y das bandazos quedando cuerpo y alma doloridos.

Hasta ese momento no me había planteado la posibilidad que tiempo después se me presentó, cuando cansada, agotada, agobiada y algo desilusionada sentí que ya no podía seguir así, cuando abrí mi alma por completo, casi sin fuerzas para patalear y me inundó, sin saber muy bien como, una paz interior nunca antes sentida, en un gesto tan tan sencillo, tan tan instintivo que algo dentro de mi comprendió la diferencia entre lo que había estado buscando (y forzando) y lo que realmente tenia dentro de mi.

Ya he hablado muchas veces del dolor que causé en mi Señor, de lo difícil que se lo llegué a poner en mi instrucción inicial, cuando yo quería llevar las riendas para llegar a conseguir lo que ansiaba, sin darme cuenta de que justamente al dejar de llevarlas, al abandonarme y dejar que saliera mi entrega conseguía justamente lo buscado.

Tenia muchas premisas equivocadas, muchos prejuicios me hicieron creer que las cosas tenían que ser para mi de un modo determinado, muchos miedos me refrenaban y estuvieron a punto de costarme lo que hoy disfruto, pero el esfuerzo de ambos está dando sus frutos, y aunque la lista para trabajar es larga mantengo la esperanza puesta en los dos.

Uno de esos prejuicios era pensar que si era sumisa me aburriría, que la gracia estaba en ser traviesa, en el sometimiento "obligado", confundiendo completamente los términos y las sensaciones, porque ser sumisa está repleto de retos, por supuesto que hay sometimiento, sin duda que hay momentos de doma, de entrega extrema, de reclamo, de dominio, pero la lucha de poder no es lo mio, y lo se simplemente por lo que obtengo de uno y otro modo.

Sé que parecerá obvio,  pero si observamos mínimamente veremos cantidad de sumisos (y dominantes también) buscando por medios inadecuados su placer, y no porque en realidad sean erróneos, sino porque no son idóneos para ellos, porque entran en una especie de circulo vicioso, en el que obtienen un boom de placer que les enloquece pero de nuevo se desinflan rápidamente, y ese vayvén de sensaciones, esa montaña rusa de emociones, esos acelerones y parones en seco desgastan, y todo el esfuerzo empleado en que algo funcione de un modo concreto e inamovible resulta absurdo si nos paramos a ver que puede haber otra forma mas adecuada que, aunque no esté exenta de esfuerzo, los resultados sean mucho más duraderos y placenteros, ahora si...como todo...a largo plazo...

Y no os pego más la brasa..solo quise compartir un poquito más de mi y de mis pensamientos...

Feliz jueves y felices vacaciones, para aquellos que las disfruten ahora.



No hay comentarios:

Publicar un comentario