Pleasure Shelter: Señales casi imperceptibles...

domingo, 16 de febrero de 2014

Señales casi imperceptibles...

Hay veces que tratamos de pensar en aquellas cosas que nos preocupan, en conceptos que no acabamos de comprender y le damos vueltas y vueltas y, en muchas ocasiones, no llegamos a conclusiones satisfactorias.

Me ha ocurrido hoy que he comprendido algo de mi misma a través de un símil, viendo unas imágenes en la tele, cosa rara que se aprenda algo en esa caja tonta, pero así ha sido, sin darle vueltas, solo observando en otros una actitud que yo poseo, y que no me gustaba demasiado.

Veía un programa de adiestramiento canino, y había una parejita de pitbulls, que como todos sabemos tienen la fama de ser poco dóciles. Aparentemente no tenían ningún problema, se comportaban correctamente porque desde pequeñitos habían sido bien educados, pero la perrita había protagonizado un incidente, al parecer aislado, con una perrita de tamaño pequeño que, como también conocemos, suelen ser mucho más activos e impertinentes, saliendo por completo mal parada y teniendo que ser sacrificada...

El dueño de los pitbulls estaba preocupado porque ya no confiaban en la perrita y quería saber si realmente tenía algún problema o sólo había sido un percance aislado, así que pidió ayuda al adiestrador.

Salieron a pasear con los dos pitbulls, y nada más salir cruzó un gatito por delante de ellos y el amo, orgulloso, al ver que no hicieron ademán de atacar, los puso como ejemplo, pero le corrigió el adiestrador porque aunque no atacó, la perrita había tenido una expresión corporal inadecuada que podía pasar desapercibida para un amo inexperto o poco atento.

"La cola en alto y las orejas hacia delante indican curiosidad", eso le dijo... 

El quid de la cuestión es que esa curiosidad no es negativa, esa energía es positiva porque le posibilita el conocer y aprender cosas nuevas, es incluso mejor que la pasividad que mostraba el pitbull macho. 

Lo que era negativo es que esa curiosidad la generaba ella sola, era ella la que decidía cuando dejar que saliera, independientemente de lo que el amo le estaba pidiendo, se la permitía por pura apetencia y no por obediencia. Comentaba que era algo tremendamente bueno si era el amo quien se lo pedía porque era un potencial extra que podía dar. Sumisa y curiosa, una perra excepcional...así la definía...

El adiestrador le decía al amo que debía hacer un esfuerzo personal en dos aspectos. Uno observar con mucha atención a la perrita para detectar y avanzarse a sus gestos, y otro por cubrirle esas necesidades particulares para que ella estuviese equilibrada y pudiese sacar todo el potencial, exprimiendo al máximo la sumisión que sin duda poseía y la curiosidad que también formaba parte de ella. Debía ponerle retos, tenerla ocupada, que se sintiera comprendida en sus necesidades y valorada por esas particularidades, no negativizarlas sino potenciarlas...

Me hace pensar en mi misma y darme cuenta de que esas características que tengo no son malas en si mismas, pero pueden llegar a serlo si no son conducidas adecuadamente.

En ocasiones, me desanimo porque fluyen de mi actitudes que pienso inaceptables y sufro por ofrecer algo atípico. También me ocurre que, a veces, no entiendo cuando mi Señor me da un pequeño toque ante cosas que ni yo misma he visto aún, son esas señales que doy y que indican actitudes que pueden ir a peor, y que tienen que ser redirigidas. 

Pensareis que estoy loca por el símil, pues sé que es raro que algo tan sencillo me haya hecho valorar y darme cuenta de que no son sólo defectos, sino que incluso pueden llegar a ser un aporte extra en mi entrega si dejo que fluya cuando y como mi Señor lo pida, pudiéndolo exprimir a nuestro favor, y me ha llenado de esperanza y ánimo para continuar.

También me ha hecho comprender que expreso mucho por reacciones que escapan a mi control, y que teniendo la fortuna de pertenecer a mi Señor, que está preocupado y atento, tengo la oportunidad de mejorar esos detalles y darle incluso más. 

Esa perrita fue desestimada en un inicio y se decantaron por el macho, mucho más estable y sumiso, pero trabajaron, estuvieron atentos a las particularidades de ella y con el tiempo, ella se convirtió en una perrita excepcional aportándole al amo las satisfacción de haber crecido de su mano, y ser una perrita especial, sumisa, equilibrada, atenta, curiosa....su perrita...

¿que habría sido de ella si su amo no hubiese creído en ella? ¿que habría pasado si ella se hubiese dejado llevar por su propio rechazo y frustración?...

Así me ha ayudado esa perrita...que por cierto, se llamaba Maxi...

Feliz domingo.


2 comentarios:

  1. Curioso simil sin duda, pero es bien cierto que todos damos señales justo antes de actuar. Muchas veces hemos de ser nosotros mismos quienes identifiquemos las señales pero tu tienes la suerte de tener un buen Amo que te vigila y corrige y que estoy segura de que ve en ti ese potencial que tienes y que tu no siempre ves...eso mola no??

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    1. Sin duda mi vida no seria hoy la que disfruto si Él no fuese un Amo atento y capaz de guiarme hacia la mejora de mi misma, para que me ayude a identificar al inicio esas señales y poder poco a poco conducirme por mi misma en esos instantes ya vividos para mi crecimiento personal.

      Tengo mucha suerte de tenerle sin duda.

      Gracias por estar...
      Besines

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