Porque estoy divina...

Uno de los tópicos típicos que podemos encontrar en este apasionante mundo nuestro de la D/s, es le hecho de creer o esperar la perfección en ese ser que buscamos nos complemente.

No creo que la culpa la tenga el famosillo y pastelón Mr. Grey, sino que creo que es más bien al contrario, pues se ha aprovechado esta idea para dar de comer a todos aquellos seres hambrientos de fantasía morbosa (con un toque light para no escandalizar en demasía a las amas de casa faltas de aliciente en sus relaciones) y dejar que ese libro y próxima peli minimicen un tanto sus inquietudes, o...¿quizás ocurre al contrario????.....

Confieso que a mi llegada a este mundo también tenía la sensación de que todas las sumisas estaban buenísimas y nadie tenia nada que objetar acerca de sus espectaculares figuras, que ponían a completa disposición de esos Amos espectaculares, dignos de ser venerados por su imponente cuerpo y, por supuesto, su incuestionable sabiduría.

Yo, pequeña mujer incompleta y defectuosa, no me veía digna de ser acogida por un hombre de tal magnitud y desconfiaba de que alguien de tales características pudiera fijarse en mi, y...¿desearme?...uuuffff...eso ya era demasiao pa mi!....

Poco a poco, vas viendo que tanto sumisas como Dominantes son personas reales, que esas imágenes que nos venden son solo eso, imágenes que venden, que activan nuestra fantasía y nos llevan a soñar con escenas, nos invitan a saborear sensaciones a través de su belleza y los muchos matices que configuran esas escenas.

No puedo quejarme de mi físico, pues sería injusta ante muchas de las personas que realmente tienen problemas con ello (para quejicas clickar...conferencia lizzie) pero como todos, tengo defectos, cosas de mi misma que me gustaría fuesen diferentes o me gustaría mejorar, y nunca podemos tampoco perder eso de vista, para no exigir a quien nos acompaña esa perfección irreal.

Con el tiempo, aprendes a ver y dejar ver de ti aquellas actitudes que dan sentido a nuestra esencia, que realmente muestran quienes somos y permiten que fluya lo que verdaderamente llevamos en nuestro interior para compartirlo y disfrutarlo.

Para nada digo que debamos abandonarnos, y soy la primera que me gusta lucir coqueta, gustarme a mi misma y sobretodo a mi Señor, que me encanta pasarme horas viendo con que le puede agradar o que me sienta bien para enloquecerle de deseo, pero al final, todos, absolutamente todos vamos a perder la belleza que otorga la juventud y vamos a sufrir los cambios en nuestro cuerpo, pero...¿vamos a dejar que envejezca con ello nuestro ánimo?¿vamos a permitir que se marchite nuestra esencia con nuestro cuerpo?

Sé que cuando eres joven (ahora parezco una yayona, lo sé) no piensas en nada de eso, y lo que entra por el ojo está claro lo que es...a nadie le amarga un dulce, no?...pero no es eso lo que yo quiero entregar, no sólo es mi cuerpo para ser gozado hasta su máxima expresión, cuidado tanto como sea posible para ofrecer lo mejor de mi, sino que quiero entregar lo que soy, lo que nunca se marchita si se le cuida por muy mayores que seamos, y eso es mi esencia sumisa, mis ganas, mi ilusión de darme, mi vida mas allá de la apariencia...

No negaré que la atracción es necesaria, que tiene que haber como en cualquier pareja, esa pasión que fluye entre dos seres, pero es una mezcla mucho mas compleja que dos físicos inmaculados, es un conjunto de variables, una formula química compleja que te lleva a ello, y a veces, la mayor de las bellezas no llega a reportar lo que ansiamos, encontrando mucho más atractiva a otra que tiene justo aquello que es para nosotros...¿no os ha ocurrido alguna vez?

Todos cuando nos arreglamos y pasamos algún que otro minutos cuidando nuestra presencia ganamos mucho, pero para mi la belleza reside en verla en aquella persona que abre los ojos a tu lado, cuando está despeinada, con cara de sueño, cuando anda de limpieza con su chándal horrible, después de una sesión sudorosa extasiada y con la cara cual mapache con el rimel restregado, cuando está en el baño o en mil situaciones nada románticas de por si, pero....le ves ese algo que te lleva a decir entre suspiros....ME ENCANTA...

Entonces es cuando comprendes la verdadera belleza y te hace dar cuenta de que eso, por mucho que pase el tiempo no se pierde, más bien al contrario, cuanto más la conoces y más desnuda de apariencias la ves más te enamoras (si si he dicho enamoras y sin horrorizarme..ualaaa que fuerte!!!..;)) y quieres llegar a verla sin ese encanto físico que ahora muestra...

Una de las cosas que más me gusta en una persona es su sentido del humor, es divertirme incluso en esos momentos cotidianos que de glamour no tienen nada, verle sonreir y que me haga sentir feliz en los pequeños detalles, esos que de ellos se dice  "esto es lo normal"...pero...para mi de normales nada....espectaculares!!!

Estos días he vivido unos días maravillosos, con muchos de esos momentos "normales" que me hacen apreciar la vida que tengo, que me han hecho compartir las risas, los susurros, los sueños, y algún MIAU fugado que me ha sorprendido tanto como disfrutado. 

Me he dado cuenta de que ese glamour que me gusta tanto hay muchas ocasiones en que se va tomar por saco y...mejor tomárselo con humor y compartirlo desde la sencillez del momento...

Que conste que todo esto lo digo, como dice una amiga mía, porque yo estoy divina de la muerte, y entonces puedo hablar de todo ello sin siquiera despeinarme...¿alguna duda o reclamación?(pobre del que me lleve la contraria.....;))

Y vamos con una escena que....que queréis que os diga...vedlo por vosotros mismos...

Y después de este rollo, lo siento pero llevabais demasiados días descansando de mi...me despido con un besin....