Blasón

Ese murmullo que la ensordece en ahogados gritos,

esa voz que la atormenta en la obligada oscuridad,

ese rastro de un aroma que nunca se desprende,

ese silencio de quien dice no poder saber,

esa mirada esquiva mezcla del desprecio y el temor,

esa incomprensión a la que aferra su verdad,

ese recelo que se instaura parte de un respirar,

ese lenguaje que enmudecida ha creado de la nada,

ese sueño que es ultrajado y vuelto a destruir...

Ese mundo que la hiere con fingida indiferencia

hoy se cruza con su mirada y le rinde pleitesía,

no le convencen las excusas ni los ficticios silencios,

no desaparece ante abruptos aspavientos

ni cierra sus ojos esperando que todo cese,

ahora, mira al mundo cara a cara,

ahora, reconoce cual es su valor y lo reclama.

Ese mundo que jugaba a la enmascarada destrucción

sirve de blasón a una esencia en su elegida entrega,

avanza fuerte y convencida en la contienda 

firme asida a una guía que no finge, miente u oculta.