Pleasure Shelter: La batalla de los impulsos...

sábado, 17 de mayo de 2014

La batalla de los impulsos...


Desde ayer me enfrento a los impulsos, a esos que toda lógica calificarían como locura, y me invaden en espacios de tiempo tan cortos que casi no tengo tiempo a refrenarlos y reponerme cuando otro ya me invade. 

Mi corazón me dice: Si, ¿porque no?, por supuesto, disfrútalo, hazlo, no lo pienses, vive...mientras mi cabeza expresa todo lo contrario y me martillea con miles de motivos.

Y aquí estoy, dejando que pase el tiempo, que gane la batalla la lógica por imposibilidad física, mientras mi corazón llora de impotencia por la cobardía y me recuerda que era posible, que lo dejé perder, y me demuestra que todos aquellos motivos no se sostienen, se difuminan y se esfuman...

Sé como acabará, desde el inicio sabía como acabaría y soy consciente de que cuando haya pasado me alegraré de la decisión tomada, me sentiré fuerte por haber vencido a mis impulsos, y en eso es en lo que me centro, para convencerme a mi misma y continuar refrenándome, mientras que el tiempo no se detiene jugando en mi contra y a mi favor, dependiendo de hacia donde inclino la balanza.

Y aquí sigo, superados unos minutos más o quizás perdidos todos ellos, aún no lo tengo claro.

Es de las luchas más fuertes que últimamente he tenido, quizás porque se han juntado demasiadas circunstancias a mi favor, porque estoy aprendiendo a ver mis posibilidades pero también las contraindicaciones, y porque mi estado físico y anímico no ayuda...

Todo mezclado hace que aquí siga, con el pensamiento puesto en mis razones y mi sentimiento puesto en mis ilusiones.

Siempre encuentro el cómo ofrecer mis tribulaciones, la vía para aprovechar los instantes como entrega en post de esa sumisión que me da la serenidad. Pienso en ello como una prueba de mi fortaleza, de mi integridad, de mi convicción, pero confieso que no me calmo, no consigo ese bienestar que necesito, porque muchas son las señales que me llevan a sentir que estoy equivocada, que debería haberlo hecho...

Como suele pasar el tiempo me dirá si desaproveché una oportunidad o si hice lo correcto, porque toda acción, por banal que parezca, tiene sus consecuencias.

Dicen que es mejor arrepentirse por haber hecho que por dejar de hacer, pero yo me prometí a mi misma que pensaría antes de actuar, que valoraría antes de hacer y me quedaría inmóvil ante la más mínima duda, porque como dice mi Señor (aunque afirma que tal expresión no es Suya): Si hay duda, no hay duda.

Y aquí estoy, superando un día más...dejando que el tiempo me de la razón y refrene mis impulsos, esos que  no tienen que ser precisamente negativos, pero tampoco deben gobernar mis movimientos...



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