Pleasure Shelter: Envuelta en sensaciones...

jueves, 1 de diciembre de 2011

Envuelta en sensaciones...

Pensé que había sido un instante el que llevaba sintiendo las sensaciones que me has ofrecido, pero cuando me he dado cuenta llevo más de dos horas perdida en ellas. Me dijiste que las disfrutara y bien que lo estoy haciendo.

Estas palabras salen de mí sin buscar en realidad ningún tema ni nada concreto a lo que referirme, sino simplemente porque deseo plasmar lo que ahora mismo estoy viviendo. Sé que las palabras no serán fiel reproducción, por mucho que lo intente, del regalo que me has hecho esta tarde y noche, pero sé que al leer estas palabras tanto Tú como yo podremos volver a revivir lo acontecido y sentirlo de nuevo, nunca tan intenso pero si con aquel sabor dulce que en nuestros labios ha dejado.

Hemos experimentado juntos de nuevo, hemos compartido de manera intensa nuevas emociones. De nuestra parte cada uno ha puesto su condimento. Somos completamente distintos y a la vez tan similares que parece imposible que exista algo así.

Cada uno en su lugar, ocupando su sitio, donde un mismo acto tiene matices distintos. Yo siento a través de Ti y Tu sientes por mí, pero nada tiene que ver lo de uno con lo del otro. 

Estoy ciertamente abrumada por las sensaciones, por todo aquello que me has permitido sentir con Tus enseñanzas. Mi cuerpo y mi mente puestos en Tus manos para ser conducidos hacia su propia realidad, esa que saben que llevan en su interior pero que desconocen. Cada paso es nuevo, cada sensación y pensamiento aparece como una ráfaga en la oscuridad. Quizás debería asustarme del resplandor que causa cuando llega a mí, pero la confianza que me das hace que no me asuste, sino que desee seguir probando, investigar las posibilidades, tener la mente abierta, mantenerme despierta a la más mínima sensación que puedas darme. No quiero perderme ningún instante, no quiero dejar de ofrecerte ningún momento, ni desaprovechar ninguna oportunidad.

No tengo prisa por experimentar, pero si deseo hacerlo a fondo. No espero nada en concreto más que nuestro propio avance. 

Aún resuenan Tus palabras en mi mente, aún reacciona mi piel a Tus susurros. Aún es mucho lo que siento...

Puedo sentir en mi interior sensaciones indescriptibles con palabras, que me niego a bautizar porque sería profanarlas. Tan solo deseo retenerlas y no perderlas por banalidades. Es un presente tan deseado que no puedo dejar de contemplarlo, de sentirme afortunada por tenerlo y agradecerte una y otra vez, no tan solo con palabras, sino con mi entrega y sumisión, la oportunidad de vivirlo.

Quizás parezca fácil, porque mis palabras son de gozo, pero bien sabes mi Señor, que el placer que me reportas jamás es gratuito, y justo por ese logro adquiere un mayor valor. 

Es esperar sin esperar, es suplicar sin pedir, es el abandono sin temor, es la lucha sin desidia, es el tesón sin tensión, es desear sin impacientar, es infinidad de cosas sin multitud de ellas. Un equilibrio en medio de la intensidad, mantenerse a flote en la tormenta con la templanza de saber que el barco aguantará para disfrutar de la calma al superarla.

Nada es igual a mi alrededor, percibo distinto hasta los olores, las voces no me hablan igual y no comprendo de igual modo a mi entorno. Ni siquiera mi propio yo es como me quería mostrar. En Tus manos me he hecho libre, libre de mis cadenas internas, libre de mis miedos y prejuicios hacia mi misma. 

Disfruto de los momentos bellos, sufro y aprendo de las dificultades porque cada una de estas experiencias dan forma a mi existencia. No deseo otro sentido que el que vivo a Tu lado, no quiero otro pensamiento que la comunión de los nuestros, no anhelo más sendero que el marcado por Tus manos.

Me paro a deleitarme....me detengo a contemplar...me atraco en las sensaciones...y solo puedo decirte GRACIAS!

Y ahora mi ser te suplica....

No permitas, mi Señor, que me estanque. No dejes, mi Amor, que menosprecie cuanto me das, y recuérdame si fuese necesario, con Tu calma y comprensión, estos momentos de gloria cuando el dolor me alcance, pues sé que mi ser es pobre y cuando el pesar me alcanza no logro ver con claridad.

No dejes de confiar, en esta torpe esclava, que repleta de deseos se postra a Tus pies, pues tu confianza es la fuerza que mi espíritu recoge para dar un paso tras otro, para levantarse al caer y gozar de sus victorias.



El sueño no me atrapa aunque mucho le he robado, tan solo un instante mas....y me abandono a él...ahora necesito...perderme un rato más en Tu ofrenda de hoy...

No hay comentarios:

Publicar un comentario