Pleasure Shelter: Día 8

lunes, 1 de octubre de 2012

Día 8

Puede que éste sea de esos momentos en que debiera aprovechar para reflexionar pero aunque lo he intentado en algunos momentos, no me sale, lo único que me sale es lo que siento, es lo que fluye de dentro y me aprieta con fuerza mostrándome la realidad de aquello que soy, y lo que quiero seguir siendo.

Es de las pocas veces que yo a mi misma me digo "PUES YA ESTÁ" y ahí se queda y solo doy un paso tras otro, me corto antes de seguir dándole vueltas a algo que tengo claro. Es extraño en mi pero es así, porque lo que siento está enraizado por completo y no necesito ningún tipo de explicación al respecto, ni excusarme, ni convencerme de que si o de todo lo contrario. Me siento segura, y eso para mi es todo un logro.

Tengo claro que no es por mi misma, que el mérito de que esto sea así es más Tuyo que mío, se debe al trabajo, se debe a la dedicación constante, al esfuerzo por comprenderme, por hacer que tantas y tantas veces me tenga que enfrentar a mi misma. Se debe también a todos esos momentos en que nos hemos equivocado y nos han obligado a reconducir y a aprender de ello, siempre y cuento con ello, con la mejor intención, para avanzar juntos, para con ello conseguir construir nuestra particular y especial parcela.

Hemos contado siempre con la comprensión del otro, con la complicidad y confianza de saber que no seremos juzgados desde el recelo, sino desde las ganas de compartir esta vida como ambos sentimos, entregándonos a lo que creemos y por lo que apostamos y, por lo que a día de hoy, seguimos luchando.

Sé que ahora mismo ni Tu ni yo estamos justo como deseamos, que querríamos gozar el uno del otro y que estos momentos sombríos que nos acompañan no hubieran sido necesarios. Sabes que me siento muy culpable por ello, por causarte dolor y refrenar el avance, pero ahora solo puedo luchar en cada instante, aunque a veces desfallezca, por mantenerme firme, por mirar con serenidad el momento y aceptar que esto también forma parte del camino.

Y todo, completamente todo, los momentos mágicos vividos a Tu lado, las ilusiones, los retos, los temores, las alegrías, las penas, el dolor profundo, castigos y premios, todo me retorna al mismo punto. 

Es algo que con la intensidad del momento, cuando estás enfrascada en el día a día no llegas a apreciar, no al menos con todo el rigor que ves cuando te paras, cuando no hay ques o porques, tan solo te enfrentas en tu soledad a la verdad, a aquello que deseas, a aquello que te mueve, que te impulsa, que te hace levantarte cada día y sentirte viva.

Todos usamos palabras, palabras que habitualmente necesitamos pronunciar: Tuya, entrega, sumisión, dolor, placer, someterse, y así una gran lista, pero ¿realmente conocemos que significa en nosotros?

Estos días, aislada, privada de Tu sentir, me he reafirmado en el mío, me ha inundado por completo, y aunque por supuesto es complementario al Tuyo y no sería así sin el Tuyo, es mío, lo poseo, lo llevo, lo cuido, lo quiero y todas esas palabras adquieren hoy mucho más significado, porque todas las he sentido con una fuerza arrolladora, que asusta cuando es tan intenso pero apasiona cuando te reconoces y aceptas en cada una de ellas.

He visto hasta que punto me importas, hasta donde llega mi entrega, hasta donde el deseo de pertenecerte, mis ganas por levantarme y continuar, por aprender. 

Es cierto, hay morbo, hay deseo y lascivia, fantasía y perversiones, pero también hay amor, hay pasión, hay compromiso, confidencias, confianza y hay un vínculo mas fuerte del que jamás hubiera imaginado posible, al que deseo entregarme con todas mis fuerzas, sufrir cuando haya que hacerlo para darle mucho más valor aun y disfrutar hasta la saciedad cuando ello acontezca.

Quiero abandonarme y sé que lo estoy haciendo, pero lo hago desde el convencimiento, sintiéndome fuerte, con ese orgullo que tiempo atrás no comprendía, con ese sentimiento que aun no se bautizar pero que tampoco importa porque sé que lo sientes igual que yo, porque en comunión contigo eres Tu quien me lo has mostrado.

Todo eso que estos días se muestra con claridad te lo debo a Ti, y no sé si compensará Tu esfuerzo y el dolor que sufres por concedérmelo, pero puedo asegurarte que en mi se está afianzando la entrega, es una necesidad, es una realidad, la mía y como mi Dueño y Señor, todo te pertenece.

Duros días mi Señor, los que estamos sufriendo y los que aún nos quedan, y te pido mil perdones por ello, pero creceré mi Señor, en Tus manos me tienes aún mucho más atada de lo que imaginé posible, y soy Tu obra.

A veces te siento lejos, a veces me pierdo en el miedo de estar separada de quien me sustenta y da sentido a mi esencia, pero te imagino sonriendo en Tu tristeza y sintiendo el orgullo al verme enfrentándome a esta complicadísima sanción.

Eres mi motor incluso ahora que permaneces alejado de mi. No te pares por favor, dame vida y hasta Ti iré para seguir sirviéndote, adorándote, amándote y entregándome a Ti.

A Tus pies mi Señor, dulce descanso...




No hay comentarios:

Publicar un comentario