Reanudar...

Esta noche, al “vespre”, acabaría teóricamente mi sanción, pero por desgracia y sí, digo por desgracia, acabó en cierta manera, el viernes a la tarde. 

Mi dualidad una vez más entra en juego…imagino que también porque tengo estos últimos días muchas emociones encontradas.

Por un lado siento gozo y agradecimiento porque mi Señor en esos momentos me demostrara su comprensión y dejara de lado la sanción para estar a mi lado y ser apoyo y refugio de mi dolor.

Por otro, tengo cierto pesar, como si no hubiera redimido mi culpa, como si mi debilidad me hubiera hecho no enfrentarme y siento que tengo algo pendiente. 

Sé que muchas veces, en otro tipo de circunstancias, pero puede servir como asimilación, mi Señor ha decidido que era suficiente, y por mi exigencia me costaba mucho aceptarlo, por parecerme una derrota. 

En esos momentos hablamos mucho y comprendí que obedecer en ese instante era lo que debía hacer, y que mi sumisión se demostraba acatando eso y no dejándome llevar por mis impulsos.

Hoy tengo un poco esa sensación, esa cierta inquietud de haberme dado por vencida, y de haber fallado a mi Señor. Sé que en este caso no es así, y tanto Sus palabras como Sus actos me lo demuestran, y tengo claro que ante algo así priman las personas y así me lo está mostrando. De otro modo no sería Él…

Siempre he sido de aprovechar la mínima oportunidad para sentir alegría, para disfrutar de los pequeños y escasos momentos en que la vida nos hace regalos, y de nuevo viene a mi mente mi bisa, y la veo diciéndome: “cuando la vida te de motivos para llorar, demuéstrale que tienes muchos más para sonreír”.

Sé que es un mecanismo de defensa, pero ante la tristeza de estos días, acuden a mi mente todos esos motivos que tengo para sonreír, algunos muy personales que no expongo en este blog, porque no es lugar, y por supuesto uno ya muy conocido por todos los que aquí me leéis, que es el hecho de compartir mi vida con mi Señor.

Si las cosas van bien (confiemos que así sea), prontito estaré Contigo, y podré darte para disfrutar cositas que en el día a día no podemos.

Necesito muchísimo estar junto a Ti, sentir esos abrazos que me has transmitido estos días, conversar largo rato de todo aquello que ocupa nuestra mente y nuestro corazón. Necesito también entregarme, sentirte dominando todo mi ser y abandonarme a las sensaciones que me hacen ser completamente yo, sin que nada más interfiera. Puede que sea otra locura de las mías, pero en ese momento me siento libre, nada me condiciona, nada me atormenta, vuelo entre Tus manos para unirme a Ti.

Una vez más voy sin idea de nada, no espero ni imagino nada, porque justo eso es lo que más me gusta, ir a Ti, sentir de Ti, estar junto a Ti y dejarme llevar por donde Tu creas que es mejor…

Estos poquitos días que quedan voy a prepararme para Ti, desde esos pequeños detalles que pueden ser inapreciables hasta esos otros imprescindibles, que quizás solo yo sepa.

Tengo muchas otras obligaciones que atender, y por supuesto lo haré, pero siento que es momento de retomar también mis obligaciones como esclava. 

Mi Señor, se que no me lo has pedido, que me dijiste que estaba exenta de todo, pero necesito irlo retomando, aunque por supuesto, esperaré a conversar contigo, y cuanto decidas haré, porque Tu eres quien me ves, quien me sientes y sabes que es lo más conveniente…

De nuevo gracias a Ti y a todos aquellos que durante estos días me han dado su apoyo y me han acompañado regalándome su tiempo y su amistad. Todos y cada uno de los detalles recibidos han sido impulso para continuar caminando y llegar al día de hoy.

En especial gracias a mi Amiga, porque ha sido imprescindible para mi, y su apoyo no tiene precio.

Feliz día a todos y…para Ti mi Señor…besos, abrazos, mimos, y…cuanto desees…