Enigma

Sin esfuerzo encuentro la ternura en Tus gestos,

y en esos miles de detalles, que ya no se dan por hecho,

la señal de Tu orgullo, como tan codiciado premio.

Fácilmente llenan mi mente los recuerdos

de la infinidad de ansiados caprichos,

unos, denegados ante mi exigencia,

y otros, concedidos en mi abandono.

Muy distinto a un pensamiento,

quizás más bien como un sentimiento

es la comprensión del enigma,

que con meticuloso plan quise resolver.

Hoy sonrío al mirar atrás,

contemplo con asombro todo aquel afán,

y esas ganas desmedidas

que más que bien hicieron mal.

No puedo decir aquello que comprendo,

no sé expresar lo que por fin veo,

porque no tiene en si mismo una cuestión

ni tampoco una única respuesta.

He hecho mío algo que ya poseía,

fruto de nuestra dedicación,

presente para nuestro sentir,

que para siempre guardaré.