Cada día aprendo a saborear el gozo de mi esclavitud, a conocerme a mi misma a través de las sensaciones de la entrega, y a ver cuantísimo tengo que mejorar para llegar a ser merecedora de ser llamada a servirte.
Me entreno con fruición para cumplir con los cometidos que me serán reclamados y con ello se acrecienta el deseo de mostrarte mi disposición, de hacerte partícipe de mis avances y de someterme a los correctivos por mis descuidos con aceptación y agradecimiento, porque todo ello me hace sentir y crecer, todo me forma como esclava...
Sé que puedes sentir dentro de mí como yo siento a través de Tí y por ello eres capaz de guiarme y de hacerme sentir intensamente la entrega...
Gozo mi Señor...y espero continuar mejorando para darte mi alegría en el sometimiento.
Sin duda, gozaré para Ti...
LA PRACTICA HACE ALA MAESTRO/A...
ResponderEliminarUN BESAZO DANA!!!
Así es...en ello estamos!;)
EliminarUn cordial saludo