Es mía y es Tuya...

Siempre había pensado que la esencia era ese pequeño frasco 

que guarda la extracción más pura,

que sólo debe usarse en momentos concretos para disfrutar de toda su plenitud,

pero hoy esa esencia la reconozco en mi interior, 

está formada de ínfimas gotas de mi misma,

soy el recipiente de la maravillosa combinación de extractos,

de la fuente inagotable de mi sentir.

Constante placer al saborear su existencia,

no muere en su uso por más que en ella insista,

sino que crece cuanto más la degusto,

y puedo incluso entregarla siendo por Ti valorada,

como un caro y exclusivo perfume

que sutil inunda los sentidos y te invita a perderte en su fragancia.

Hoy sé que vale más que cualquier otra forma

que no podría darte nada más importante,

y con ello, aumenta mucho más cuanto albergo

alimentándose de Ti mis ganas fecundas.

Esencia que es mía y ahora es Tuya,

como el descubrimiento de un escondido tesoro

de lento e inalterable fluir,

que ya no se detiene en el tiempo.