Pleasure Shelter: Visión subjetiva...

jueves, 26 de septiembre de 2013

Visión subjetiva...

No puedo decir que haya avanzado mucho en mi camino de sumisión, pues aunque desconozco su verdadera magnitud, estoy convencida de que es muy muy largo, al menos como yo lo entiendo, pero si puedo decir que he mejorado en muchos aspectos.

Reflexionando hoy sobre esto, me he dado cuenta de que podía asimilarlo al aprendizaje de un niño frente a la vida, donde todo es desconocimiento, dudas, retos e incomprensión, para ir poco a poco adquiriendo la soltura que, con el tiempo, les facilitará las cosas sin darse cuenta.

Me he sentido identificada con ellos y con lo que yo recuerdo de mi infancia, y seguro que aunque soy bastante atípica y extravagante en mis reflexiones, más de uno se sentirá identificado o quizás se encuentre precisamente en ese momento.

En el inicio de mi entrega, aunque sentía desde el interior ese impulso que me llevaba a creer que ese era mi lugar, había muchísimos momentos en que no comprendía nada de nada, en que mi Señor me hablaba y aunque creía entenderlo no lo hacía, sino que con la capacidad que tenía en ese momento sacaba mis propias conclusiones, creyendo que era así lo que me trataba de enseñar.

En muchas ocasiones me sentía incomprendida, las regañinas las acogía como una critica gratuita, me parecía injusto que a pesar de todo mi esfuerzo me cayeran los correctivos uno tras otro, y mi visión subjetiva no me permitía la comprensión y las armas que tanto hubiese necesitado.

Creo que es indispensable pasar por esos momentos, como los niños deben enfrentarse a la frustración de no saber, a asumir las consecuencias de sus errores, a comprender que deben dejarse enseñar porque aunque para ellos su experiencia sea todo lo que tienen, es realmente corta. Evidentemente como no conocen otra cosa que su propio existir no tienen la objetividad suficiente para darse cuenta de muchas cosas y, asimilan y simplifican lo que ocurre a su alrededor a su limitado conocimiento.

Seguro que todos hemos oído decir a los peques que ellos son mayores cuando no levantan un palmo del suelo, que saben mucho, que pueden solos y, montones de afirmaciones similares. Desde nuestra madurez y experiencia miramos con ternura esa dulce inocencia, y tratamos con paciencia de continuar mostrándoles nuestro propio saber, para que poco a poco ellos vayan adquiriendo lo que nosotros hemos ido acumulando durante los años, para que llegue un día en que sean completamente autosuficientes y, a la vez, capaces de entregar su propia sabiduría a los que vengan detrás.

Cuando un niño tiene un carácter fuerte, es cabezón y cree saberlo todo (etapa que creo todos pasamos en algún momento) se enfrenta a momentos difíciles cuando una y otra vez debe asumir que eso no es así, una tras otra le vienen las muestras de todo cuanto ha hecho mal o de lo que aún no sabe hacer.

Puede que os parezca una asociación simplista o sin sentido, pero yo ahora que tengo un poquitirritin más de experiencia, miro hacia atrás y me reconozco en esos inicios de mi sumisión como una niña listilla que creía tener la razón, que sentía que si daba su brazo a torcer tendría que reconocer lo poco que sabía y que eso le restaría valor, dejándola en una posición indeseada.

No es que yo esté mucho más allá de ese momento, de hecho creo que estoy en esa infancia, en esos primeros pasos en mi sometimiento, pero esa niña que temía no saber ahora ya ha asumido que eso es así, ya ha recibido tantas muestras de lo poco que sabe, que ha comprendido que lo mejor es dejarse enseñar por quien sabe, y ahora necesita y valora la guía del Maestro.

Es muy curioso como algo que es realmente difícil cuando no sabes, cuando aprendes a hacerlo te resulta incluso ridículo, puedes llegar a reírte de ti mismo al recordar como te costaba enfrentarte a ello.

Por ejemplo, ahora todos caminamos sin siquiera pensar en ello, es algo natural, que no requiere esfuerzo, y no recordamos aquellos primeros pasos en que estábamos completamente asustados al pensar soltarnos de la mano, del dedo de nuestro acompañante o incluso, aunque pueda parecer absurdo, de nuestra propia camiseta porque nos daba la seguridad que nos faltaba.

Creo que, aunque en ese ejemplo lo haya llevado al extremo, en la vida pasa exactamente lo mismo, y no es distinto en el aprendizaje del sometimiento.Yo puedo asegurar por propia experiencia que cosas que ahora realizo simplemente porque así las siento y salen de forma natural antes eran impensables, ni siquiera intentando forzarlas me salía, y suponía un esfuerzo realmente extra y agotador.

Imagino que más de un@ que ahora se enfrente a esta etapa del propio descubrimiento y afianzamiento de la sumisión habrá sentido esa impotencia, esa sensación de no hacer nada bien, de pifiarla una vez tras otra, e incluso de llegar a pensar "esto no es lo mío"...pero también sé que una vez lejos de ese momento has podido sentir la superación del instante, como con un poco de esfuerzo has logrado ese reto que parecía imposible y que tanto fastidio ha causado. Seguramente habrán más, muchos más, hasta que gracias a ello obtienes unas visión más amplia y te das cuenta de que eso es así porque así es como aprendes, y entonces la luz que te otorga te permite enfrentarte a las próximas con un prisma muy muy distinto.

Creo que todo es cuestión de enfoque, y por supuesto de las ganas que se tengan de conseguir algo que dentro de ti sientes que puedes alcanzar aunque los frutos sean tardíos...

¿No te hace pensar entonces que, si nosotros somos esos peques en aprendizaje, nuestros Am@s sean como esos adultos que, bajo su experiencia, nos miran con ternura al ver como nos cuesta decir nuestra primera palabra, escribir un simple número o dar ese pequeño paso?¿y no os hace pensar en el orgullo que sienten cuando lo conseguimos gracias a Su empeño?...

Lo sé lo sé, ejemplos muy extremos pero...a mi me ayudan a situarme y comprender como esas etapas difíciles eran necesarias y seguro que, vendrán muchas más. Todo aquello que a mi me ayude a asimilar y me sirva de apoyo y experiencia para futuros retos, no está de más, sea un tonto ejemplo o una gran reflexión (aunque de estas creo que pocas tengo, si es que hay alguna...)

Sonrío cuando me doy cuenta de lo absurdo que eran mis enfados infantiles, mis incomprensiones, mis reclamos ansiosos, mi cabezonería, etc etc etc etc aunque en aquel momento fuera un todo para mí, y agradezco todas aquellas regañinas, los correctivos, la grandísima paciencia, firmeza y exigencia de mi Señor, y todo cuanto ha hecho para que hoy pueda verlo como lo veo.

¿A cuanto deberé enfrentarme aún?...
¿Seré capaz de crecer y continuar aprendiendo?

Sólo el tiempo lo dirá...pero El confía en que así será. Él me dedica su tiempo, Su esfuerzo, Su ilusión, y yo debo confiar también, pues no hacerlo no me ayuda...por ahí ya pasé....

Gracias a los que habéis soportado mi rollo...es que cuando me suelto...;)

Feliz noche a todos...

6 comentarios:

  1. No creo que andes muy desencaminada con esta reflexión, comparando los primeros momentos de la D/s con los primeros momentos de la vida... A cada uno nos ayuda o nos centra una reflexión u otra, pero es cierto que el aprendizaje es la clave.

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    1. Creo que todos tenemos nuestras personales reflexiones, y mis sentimientos me llevan a esos momentos de mi infancia en que deseaba poder ser guiada y amada como ahora lo soy, y por eso me siento tan afortunada...

      aprender, eso es lo que deseo...

      gracias por tus palabras
      Un besin

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  2. Es una entrega total e incondicional, en donde cada paso es un logro y ver en Él la satisfacción de que vas aprendiendo con su guía es lo que te hace continuar esforzándote, yo no tuve el problema de sentirme la niña lista que tenía razón, pero en otras cosas me rebelé o induje los correctivos porque me gustan, me gustaba verlo enfadarse, a mi eso me parecía de una ternura infinita, hasta que me dio una gran lección al aplicar uno no en mi cuerpo, en mi alma y eso me hizo sacudirme y ver lo que estaba haciendo mal, no lo sé todo, al contrario estoy permanentemente en período de aprendizaje, pero me siento satisfecha de tenerlo a Él para guiar mi camino a su lado.

    Gracias por tu visita, me gustó mucho tu comentario

    Besos dana en Qarpatia

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    1. Antes que nada darte las gracias por compartir conmigo algo tan personal, me he sentido especial conociendo un poquito mas de ti, que vinieras a mi refu y fueras tan sincera...
      A mi no me ocurria como a ti, no me gustaban los castigos, lo pasaba realmente mal mentalmente, me sentia fatal conmigo misma y no era capaz de disfrutar al conocer que era un correctivo de aquellas cosas que quizas en otro contexto podía disfrutar...
      Particularidades de cada uno que nos hace ser diferentes...¿y no es bello eso?

      De nuevo gracias...ha sido muy especial para mi...
      Besines

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  3. Has ejemplarizado a la perfección dana. Y estoy totalmente de acuerdo en el camino es muy largo, desde mi punto de vista para los dos roles. Parto de la base de que cada relación d/s es un mundo de caracteres a describir, porque este tipo de relaciones se van puliendo a base de sugerencias, cariño y complicidad. Saludos!

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    1. Supongo que los ejemplos son para cada uno asimilaciones de su experiencia y al reflexionar sobre nosotros mismos salen, aunque puede que para ojos ajenos resulte absurdo.

      Me encanta tu modo de describir estas relaciones, pocos comprenden de que parte y como se hacen crecer...gracias! me ha emocionado...

      Un cordial saludo

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