Pleasure Shelter: La confusión de las sumisas...

sábado, 19 de octubre de 2013

La confusión de las sumisas...

En este mundo de sentimientos en que los Dominantes y sumisas nos sumergimos hay muchos conceptos que de base causan mucha confusión, y hoy quiero tratar desde mi punto de vista uno de ellos, al menos para mi lo fue y, observo que para muchas personas fue o lo está siendo así.

Cuando pensamos en un Dominante, pensamos en el placer que le causa como su propio nombre indica "dominar" y este concepto lo relacionamos directamente con el poder que ejerce sobre otra persona, pero a la vez le solemos ver implícito el hecho de que sea mediante el sometimiento de la otra parte, y creemos que eso es posible cuando la otra persona es obligada a ello.

Por eso quien no lo lleva dentro lo tilda con adjetivos que nada tienen que ver, pues la relación simplista es esa, uno obliga al otro a someterse a la fuerza. Es lógico que quien no tenga esta esencia lo vea así, y más si desde fuera observa alguna que otra actitud ya sea en personas, vídeos o imágenes, adquiriendo solo una visión pero ningún sentimiento, puesto que no lo vive.

Pero, por desgracia, esta visión no sólo es de aquellos ojos ajenos, sino que mucha gente que dice vivir la D/s cree fervientemente en ello, y nada tengo que decir si ambas partes lo viven y disfrutan así, pero quien siente la sumisión puede sentirse confuso ante esa idea.

Para que me entendáis lo haré mediante reflexiones que en  mis inicios yo me hacía, y las cuales me ha costado muchísimo de entender...

"Si a un Amo lo que le gusta es someter, lo que quiere es obligarme a obedecerle, porque le causa excitación,  entonces si soy sumisa, dejará de gustarle? ¿tengo que ser rebelde para que obtenga su disfrute? ¿entonces realmente nunca debo ser sumisa? ¿para que quiere enseñarme a servirle si deja de sentir gozo cuando lo consigue?"

Estoy cansada de leer afirmaciones, incluso de Amos que se creen consagrados por llevar años en el mundillo, que cuando una "sumisa" no les obedece le da la oportunidad de demostrar su dominio, que de ese modo puede hacer tal o cual práctica y así disfrutar ambos...

Como siempre he dicho, todo es lícito cuando es bajo un acuerdo, pero para quien realmente sienta la sumisión en su interior esto le causará una gran confusión, incluso deberá ir contra su propia esencia para satisfacer a ese dominante porque sabe que lo que le gusta es justamente que no sea sumisa, entonces ¿jugamos al mundo al revés?¿me enseñas a ser sumisa para que deje de serlo?...

Todo es válido pero llamemos a las cosas por su nombre. Si lo que se quiere es jugar esporádicamente a juegos de rol, si lo que se quiere es mantener un pulso y llegar a donde ya se sabe de antemano porque es lo que se busca, digamoslo así.

Expliquemos a nuestra pareja (sea de juego o de vida), aquello que nos satisface, conversemos con sinceridad y expongamos las cartas sobre la mesa para que esa persona sepa si ese tipo de vínculo es el que busca o le supone un esfuerzo que no le merece la pena, así es el único modo en que puede decidir libremente.

Como es lógico, cuando se inicia una relación no se puede (al menos para mi no) tener un manual preparado con pelos y señales y tener que estudiarlo detenidamente, sino que siempre se empieza de cero y se va conociendo y así evolucionando o, por el contrario, desestimando si no va con nosotros. Quizás os parezca muy tremendista pero creo que es lo mejor.

Cuando yo empecé en esta relación, venía de un aprendizaje por varios medios, pero aún no había hecho real mi entrega, y con el poco tiempo que llevaba de descubrimiento de mi misma, esta fue una de aquellas cosas que más confusión me acarreaba.

Yo me sentía sumisa, intuía la liberación personal que sentiría llegando a serlo de verdad, pero llevaba una lección mal aprendida, y una frase que siempre se me repetía en la mente "si si, sé traviesa que así me das la oportunidad de castigarte y disfrutar".

Prometo que traté de poner en práctica esa lección, pero tras ello me sentía vacía, triste y no conseguía de ese modo las sensaciones que creía de otro modo podía albergar, sino todo lo contrario. 

Yo tuve la suerte de que mi Señor estuvo pendiente de mí y con tiempo y paciencia, pues nada se hace en un día, descubrió esa lección que llevaba conmigo, y me enseñó que eso no es sumisión, que por supuesto que un Amo disfruta sometiendo pero que eso no es sinónimo de "forzar".

Un Amo enseña a la mujer (en mi caso) a ser sumisa, a que poco a poco gobierne su carácter y sea capaz de entregarle lo que a nadie más entregará, lo que ni ella misma cree que es capaz, y de ese modo se abren nuevas fronteras, nuevos retos y el nacimiento de nuevas emociones tienen lugar, y así un gozo inigualable para quien lo sienta.

Si alguien se ancla, muy válido para quien así lo desee y disfrute, en el juego de la rebeldía, se limita a un toma y daca, a unas sensaciones concretas, pero un Amo/sumisa, no tienen porque quedarse ahí, pueden crear un mundo distinto, donde la sumisa se comporta realmente como es con su Amo y el Amo puede ejercer su dominio guiando bajo la confianza a esa vida que se le ha entregado.

Una sumisa no tiene ni debe ser rebelde, os aconsejo aunque no sea muy dada a ello, a olvidaros de ese concepto, pues, si sientes la sumisión, actuar de ese modo te irá desgastando y llegarás a comprender (espero que no demasiado tarde) que eso no es para tí, que lo que necesitas es entregarte a quien comprenda el valor que tiene en sus manos, y disfrute no obligándote a serlo, sino deleitándose con la suerte que tiene de que desees esa entrega.

Lo que acabo de decir no significa que todo sea de color de rosa, que la sumisa acate todo como un robot y disfrute con el dolor porque es sumisa. 

Una sumisa siente dolor, a una sumisa le cuesta enfrentase al dolor, sufre cuando se entrega, pero...¿no creéis que ese es el verdadero valor?¿no creéis que es eso lo que el Amo debe disfrutar? y,  ¿no creéis que viendo ese disfrute, quien es sumisa, alcanza el suyo?

Para mí, ahora que mi Señor me lo ha mostrado, está claro, y puedo aseguraros que toda aquella tensión que mantenía inútilmente en mi misma para tratar de darle el juego de la rebeldía, al comprender ya hace tiempito, que mi sumisión es realmente lo que Él también quiere, y realmente lo que disfruta, se ha esfumado, dejando lugar para el gozo de ser yo misma, de sentirme querida y valorada en mi forma firme y dulce de someterme y servirle.

Por supuesto animo a aquellos que disfruten del juego de rebeldía a continuar en su camino, sé que puede ser realmente excitante cuando es lo que deseas, pero animo también a las sumisas a salir de ese circulo vicioso si lo que quieren es experimentar de verdad la entrega.

No sé si me habré explicado con claridad pues soy consciente, pues lo he vivido, que es complicado comprender el concepto y mucho más decidirse a llevarlo a termino, aunque si esa es tu esencia, verás que todo fluye de forma natural, siempre por supuesto que des con el Amo adecuado para ti. 

Como soy un poco torpe para explicarme si alguien necesita más de mi, no dudéis en preguntarme, trataré de responder lo mejor que sepa, eso si, bajo mi perspectiva y experiencia, pues de otro modo me resulta imposible.

Muchas gracias a todos por aguantar mi rollo y feliz fin de semana.

Sed buenas si es lo que gozáis o traviesas si así lo disfrutáis!
Besines!




2 comentarios:

  1. Cada persona disfruta de forma particular. Habrá quienes encuentren el goce en doblegar la resistencia de su sumis@, pero ese no es mi caso. No me seduce la idea que alguien haga o soporte algo en contra de su voluntad, muy por el contrario, tengo un rechazo visceral hacia esas prácticas más allá de lo seguro y consensuado que pueda ser el acuerdo de las partes.
    Yo creo que una relación sana es aquella en que ambas partes disfrutan al cumplir su rol. El protocolo del vínculo debe ser tal que ambos deseen cumplirlo. No hay mucho que acordar en el protocolo de las relaciones tradicionales porque son por demás conocidas sus variantes, pero las relaciones D/s agregan a la complejidad de cualquier pareja un sinnúmero de variantes tanto en la "liturgia" como en las cuestiones psicológicas inherentes a los roles.

    Aprovechando tu amabilidad quisiera me expliques -dentro de lo que resulte posible- cómo es el sentimiento de entrega que llevas en tu ADN.

    Espero haber sido claro.
    Muchas gracias

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    1. Antes que nada darte la bienvenida al refu y darte las gracias por tu extenso comentario, con el cual has compartido un poquito de tu particular visión.
       
      Respecto a tu petición decirte, como seguro bien sabes que me lo pones un poco difícil, porque como todas las cosas que se sienten en nuestro interior son costosas de describir con palabras, y creo que me resultaría imposible hacerlo en las pocas palabras que aquí puedo ofrecerte.
       
      De todas formas, creo que tu mismo ya has definido el sentimiento que llevo en mi ADN. Se define como entrega, entrega a aquel que entiende, comparte y goza con mi esencia, con quien es capaz de guiarme para disfrutar de todo el esplendor de mi sumisión, y quien me hace crecer también como persona, permitiéndome ser quien soy, con quien es mi Dueño y Señor por sentimiento y decisión de ambos. 
       
      Supongo que eso no te satisface y anhelas un mayor conocimiento, y por ello te invito a pasearte por el refu e ir recogiendo las pinceladas que ahí voy volcando en cada una de las entradas, pues al final son el resumen de mis sentimientos expuestos en palabras, aunque nunca lleguen a alcanzar la plenitud de lo que siento en mi interior y lo que comparto en directo con quien sirvo…
       
      Siento no poder responder de una mejor forma a tu curiosidad, pero me resulta imposible hacerlo…
       
      Agradecerte de nuevo tus palabras.
      Un cordial saludo

       

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