Sus últimas palabras fueron muy concretas y cargadas de fuerza. Yo no paraba de repetírmelas como si fueran un mantra para que me dieran el empuje necesario...
Enfréntate a ello y sé valiente!...
Soy una sierva muy obediente, si lo soy!!!, me decía una y otra vez....
Enfréntate a ello y sé valiente!...
Eso es lo que voy a hacer....soy una buena esclava, le ofreceré mi temor, seré valiente...
Poco a poco lo fui superando y a medida que avanzaba el tiempo, sin perder de vista mi objetivo, que ya no era la superación en si misma, sino Su orgulloso, iba viendo que no era para tanto, y que realmente estaba cumpliendo con lo que me pidió, haciendo que todo fuese distinto de lo que inicialmente suponía.
Enfréntate a ello y sé valiente!...
Lo hice, mi Señor, y estoy... muy contenta...
Gracias por Tus palabras y Tu imprescindible apoyo.
A Tus pies
Ole esa dana valiente!!!
ResponderEliminar:-D
cuando necesito repetirmelo es porque precisamente no lo soy, pero por algo hay que empezar...;)
EliminarBesines y gracias por estar junto a mi...