Provenir...

Dolía, dolía durante horas, influjo de la batalla,

la agonía, aún siendo ignorada, volvía a presentarse,

y en esas sensaciones que serán por siempre mías

descubrí una parte de mí, asombrada e ilusionada.

Olvidé mi armadura y mostré mi debilidad,

no hubieron falsas negaciones ni disimulos,

dejé de lado la vergüenza y pronuncié las palabras,

sin dilación expresé mi pensar y mi pesar.

Así es como debe ser, siempre lo tuve claro,

mas siempre mi condición me obligaba

a esa sinceridad sin tapujos,

pero hoy no hizo falta recordarlo
superada por la confianza y el amor,
nacidos de un innegable vínculo.

Me obligué a creer,
a luchar por un sueño,
y veo la entrega hacerse real,
desde la nimiedad de mis miedos
hasta lo aún impensable,
que confío está por llegar.