Hace cuatro días...

Es lo que suele pasar cuando el tiempo se aprovecha, pero parece que hace cuatro días que me permití el resurgir y redescubriento de algo que había tenido siempre dentro de mí pero lo guardaba como un oscuro secreto sin dejarme a mi misma siquiera vislumbrar la luz que hoy emite en mi vida, y que seguramente ya jamás podría volver a ocultar.

Como solemos hacer todos cuando alguna inquietud se apodera de nosotros, y teniendo la suerte de tener internet a nuestro alcance, empecé a buscar, a buscarme en toda esa cantidad de información, mezclada, real y fantasiosa, exagerada, falseada pero con algo de cierto y, entre todo ello empecé a dejar salir mi verdad, mis anhelos, mi forma de entender mi vida, y la cual hoy continuo desgranando...

Entre muchas de esas cosas que me impactaron hubo una que fue importante para mí, y confieso que cuando he vuelto a dar con ella después de haberla perdido de vista, todo y haberlo mantenido entre mis favoritos, me he puesto nerviosilla...antes de darle al play he sentido cierta inquietud de que aquello que constituyó en mis días iniciales algo importante hubiera perdido, ahora con mi experiencia, el encanto que le otorgué, pero no suelo quedarme con las dudas aún a riesgo de que se cumplan mis temores y...me alegro porque en esta ocasión estaba equivocada.

Curiosamente este vídeo que hoy comparto con vosotros me ha seguido generando mucho placer, y no sólo porque me siga gustando mucho sino porque hoy, ya no sólo mi fantasía sino mi realidad sigue conservando la dirección de aquello que en esos inicios intuía como mis anhelos.

Sé que pueden parecer unas reflexiones un tanto exageradas partiendo de un simple vídeo, que para la mayoría será un ratito de morbo, pero últimamente estoy algo introspectiva y suelo sacar mucho jugo a las cosas haciéndomelas mías hasta un nivel algo, si queréis, desorbitado...

Este vídeo, uno entre tantos, éste especialmente llamó mi atención porque en él vi muchísimas cosas de las que a mí, en mi forma personal de entender la D/s, me llamaban, algunas evidentemente son muy explicitas y todos las podréis ver, y otras quedan en un segundo plano, quizás ocultas para la mayoría porque son lecturas completamente subjetivas, las cuales hice mías para disfrutar de ese sentimiento tan privado que justo intuía.

No me alargo más con mis comentarios y, simplemente, volveré a disfrutar junto a vosotros de este vídeo...